| 10 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz Ayuso

Madrileñofobia: el peligroso truco de Sánchez para intentar derribar a Ayuso

Moncloa no cesa en su empeño de abatir a Ayuso, y sabe que ya no puede en las urnas: el acoso aspira a una moción de censura calentada con campañas constantes.

| Antonio Martín Beaumont Opinión

 

En la sala de máquinas de La Moncloa están contentos, aunque cada vez más españoles consideren que al Gobierno se le debería caer la cara de vergüenza. La satisfacción es allí el sentimiento generalizado. Ya se sabe: todo depende del color del cristal por el que se mire.

La jugada les ha salido –dicen-  según sus previsiones. Limitar la capacidad de la Comunidad de Madrid para bajar impuestos es una obsesión de Pedro Sánchez. El “regalo” a ERC de “venderlo” como un logro de la negociación presupuestaria, además de insuflar oxígeno a un socio de “largo recorrido” metido en la carrera electoral catalana, buscaba apartar a Arnaldo Otegi del centro de atención de unas cuentas públicas vistas como una palanca de la causa bilduetarra.

Eso, al parecer, sí rompía al PSOE. Y entre el susto y la muerte, los fontaneros monclovitas han preferido sentarse con el horror de Gabriel Rufián.

 

La máquina de estrategias presidenciales tiene interiorizada la moción de censura como única vía para arrebatar la Puerta del Sol a “la derecha”. La vía de las urnas, ni la contemplan. De ahí el errático paso de caer en la “madrileñofobia”.

Fue Rufián quien se lanzó a esa piscina envuelto en las señas de identidad del más sectario nacionalismo, pero enseguida Sánchez se tiró al agua de cabeza, con su Gobierno ejerciendo de palmero desde el bordillo.

Tiene interiorizada la moción de censura como única vía para arrebatar la Puerta del Sol a “la derecha”

Los daños que la irresponsable conducta del inquilino de La Moncloa ocasiona con sus obcecaciones tendrán complicado  arreglo para el PSOE. Pero ahora,  desbrozado el camino presupuestario, Sánchez está empeñado en inaugurar en la Generalitat un tripartito con ERC, PSC y En Comú. Cree que ese mojón le convertirá en presidente por muchos años. 

Naturalmente, esa fórmula causa repelús en el proclamado “socialismo español auténtico”. El cambio de cromos entre La Moncloa y los separatistas rompe muchas costuras. Parece un proyecto para ilusionar a ideólogos empeñados en juegos de poder.

Los abucheos

Todo en provecho personal de Sánchez. Otra cosa es lo que realmente sientan los españoles, mareados por tantos cambalaches estratégicos y sorprendidos viendo qué poco importa romper las puertas de la convivencia. A su favor, hasta ahora, han contado con el miedo de los ciudadanos atrapados por la pandemia.

Pero a Sánchez cada vez se le hace más cuesta arriba pisar la calle. Cuando lo hace, se da de bruces con la realidad de los abucheos. De hecho, sus escasos desplazamientos se anuncian cada vez con menor antelación. La bunkerización es un hecho.