| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Varios profesores en un colegio catalán repleto de símbolos independentistas.
Varios profesores en un colegio catalán repleto de símbolos independentistas.

El escarmiento a dos profesoras de Lérida por malmeter contra la Guardia Civil

La Fiscalía General pide la máxima contundencia contra los docentes que manipularon a los escolares contra los policías tras las cargas policiales del 1-O. Ve delitos de odio.

| Esdiario España

Mientras todas las miradas están puestas en la investigación que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena dirige contra los principales impulsores del procés, entre ellos Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, varios juzgados catalanes aceleran sus sumarios contra la trama civil del independentismo, que agitó el referéndum ilegal del 1 de octubre.

De esta forma, son varios los jueces que a lo largo de toda Cataluña han imputado a varios profesores de colegio por su papel activo en el adoctrinamiento de los menores en las aulas.

Pues bien, la Fiscalía General del Estado, que dirige Julián Sánchez Melgar, ha dado a todos los fiscales una instrucción: máxima contundencia contra los docentes manipuladores.

Así, el fiscal ve claros indicios de que dos profesoras de primaria del colegio Mossèn Albert Vives de Seo de Urgel (Lérida) instaron a odiar a la Guardia Civil tras las cargas policiales en el referéndum del 1-O, por lo que ha pedido al titular del Juzgado de Instrucción 1 de la localidad que las mantenga como imputadas por un delito de odio, según han explicado fuentes del Ministerio Fiscal.

Por ello, la Fiscalía ha pedido un segundo informe pericial de los hijos de las familias denunciantes para determinar la veracidad de las acusaciones.

Los ocho profesores de los centros Albert Vives, Pau Claris y La Salle declararon ante el juez en noviembre en la causa abierta a raíz de once denuncias de particulares, entre ellas la de una pareja de guardias civiles, padres de un niño que asiste a las clases de uno de los centros.

Cabe recordar que el delito de odio está castigado en el Código Penal con pena de prisión de uno a cuatro años y además con la pena de multa de seis a doce meses.