| 14 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez no busca acuerdos, sino cargar a los demás su incompetencia y sectarismo

El presidente ha desarrollado su carrera política sobre la confrontación y las trincheras. Y ahora solo disimula que sigue en lo mismo con una falsa vocación de acuerdo.

| ESdiario Editorial

 

 

Que Pedro Sánchez no busca nunca un pacto real, sincero y estable para abordar la terrible mezcla de drama sanitario y crisis económica; lo evidencia todos y cada uno de sus gestos, decisiones y actitudes. Con pandemia y sin ella: solo basta recordar cómo prefirió someter a España a un bucle de Elecciones que aceptar la mano tendida de Rajoy para una gran coalición; o cómo despreció toda alianza con nadie que no fueran Podemos y los independentistas para seguir en La Moncloa.

En plena crisis sanitaria, ha hecho y hace lo mismo, aunque de palabra intente simular lo contrario. En casi un mes de confinamiento total, solo ha dedicado dos minutos a hablar por teléfono con el jefe de la Oposición, cuyo partido ha brindado todo el respaldo institucional al Gobierno pese a las formas y antecedentes tan sangrantes como el del propio Sánchez en 2014 con el irrelevante Ébola.

Los desprecios de Adriana Lastra, portavoz socialista, en el mismo pleno parlamentario en el que los populares renovaron su apoyo al discutible ya Estado de Alarma, resumen esa vocación frentista del PSOE y de Podemos incluso en las peores circunstancias.

 

 

Que medio Gobierno se dedicara este martes a defender la abolición de la Monarquía Parlamentaria y a reclamar la versión guerracivilista de un sistema republicano casi idéntico al que ya tenemos en España cuando no es versioneado por los amantes del 36; remata esa tétrica actitud de confrontación hasta en los momentos más necesitados de consensos.

 

Si además convoca a Casado por televisión, no explica los objetivos, no detalla el formato ni el lugar de los encuentros y no aclara quiénes más deben estar en un nuevo pacto transversal, la conclusión no puede ser otra.

Sánchez no busca acuerdos estables con 18.000 muertos y una tragedia económica ya visible (el PIB retrocederá un 8% y el paro superará el 20%), sino simular una falsa disposición para cargar en sus rivales la falta de consensos. Lamentable.