Un espontáneo caza la foto más embarazosa del futbolista y pulveriza a su novia

Una buena foto puede alegrarte el día y la reputación, pero una mala foto... ¡ay, una mala foto! No sólo puede amargarte el día, el mes y el año, sino arruinarte por completo la reputación como Wag de cabecera y tía buenorra de bandera.

Si es una pillada in fraganti por un transeúnte anónimo estás muerta, porque ahí ya ni photoshop ni leches: se supone que se trata de la cruda realidad, muy alejada de las fotos de catálogo en lencería, que suelen tener retoques, posturas y/o iluminaciones beneficiosas.

No digamos ya los selfies, muy propios de las Wags 2.0 de los últimos tiempos. Ahí ya tienes todo el tiempo del mundo para borrar las fotos que no salgan perfectas y meterles todos los filtros necesarios para conseguir un resultado óptimo.

Así que si te pillan in fraganti en un foto mortal de necesidad, sobre todo para una modelo que se gana la vida luciendo su físico, hay que reaccionar rápido, sin dudar, de manera rotunda e incontestable. Hay que calzarse el picardías más sexy, coger un postura buena con el culo en pompa, y si puede ser en penumbra, mejor, para frenar en seco los comentarios maledicentes a golpe de ya.

Esto es justo lo que ha hecho la Wag argentina por antonomasia Wanda Nara. La actual esposa del jugador del Inter Mauro Icarli y ex de Maxi López es una de las "botineras" más conocidas del panorama cuoredeportivo internacional. Amén de sus líos amorosos, triángulos y peleas varias con su ex, es muy conocida por subir la temperatura en las redes sociales con fotos subidas de tono con o sin Mauro y en las que siempre aparece estupenda por no decir explosiva. 

Y estas llegó un espontáneo pilló a Mauro y a Wanda de vacaciones por Nueva York y les hizo una foto demoledora que en menos de lo que canta un gallo ya estaba revolucionando Twitter. Por decirlo de una manera suave, esta no era ni de lejos la mejor foto de Nara. Incluso se podría decir que era de las peores. Favorecida lo que se dice favorecida, pues no sale. Y claro ante la que se estaba liando, ella que es veterana en estas lides optó por contraatacar con otra foto también desde Nueva York en la que, ahora sí, se la puede ver fantástica de la muerte mundial. Eso sí, con postura meditada, casi en cueros, lencería escasa, frente al espejo y poca luz. Apuesta sobre seguro, que tampoco era necesario forzar la máquina.

Hablando de fotos desafortunadas las que circulaban el domingo después de que el Atleti perdiera, otra vez, la Champions frente al Real Madrid. Sergio Ramos fue sin duda uno de los grandes héroes del partido amenazando incluso con robarle el protagonismo a Cristiano Ronaldo de Todos los Santos (¡Válgame Dios, que osadía!). Buena parte del protagonismo mediático, todo hay que decirlo, se la dieron sus nenes y su espléndida mujer posando por el césped de San Siro en plena celebración merengue. 

Lástima que algunas fotos sean para borrar de la mente si eso fuera posible, como esas en las que se puede ver a Pilar Rubio besando apasionadamente a Ramos ante la cara de pasotismo absoluto de su chico, que estaba más concentrado en la grada. Ella, entregada, con los ojos cerrados, concentrada en el beso, posando romántica ante el fotógrafo que tenían a escasos centímetros. Él medio bizco, mirando a otro lado, sin prestar mucha atención a los labios que se ciernen sobre los suyos, que parece que está pensando ¿qué voy a hacer mañana de comer? o ¿qué me voy a poner esta noche para salir guapo en Cibeles?... Un instante, un flash, un gesto... y ¡hala! ya tienes el cachondeo servido para un rato largo. Qué malos son los fotógrafos.

Poco antes, otra foto muy oportuna, había copado la atención. La foto del beso de Yannick Ferreira Carrasco a su novia, cuando marcó para el Atlético y los colchoneros todavía tenían esperanzas de ganar su Primera. La instantánea es fundamental para nuestra existencia cuoredeportiva, ya no sólo porque nos ayudó a conocer a la chica de Carrasco, sino porque nos ha dejado patidifusos el gran parecido que guarda la susodicha (que se llama Noemi Happart, es Miss Bélgica 2013 y además lista porque estudia Medicina y habla tres idiomas) con la madre del jugador belga. Esa madre coraje sevillana que marchó a Bélgica bien pequeña, tuvo a Yannick con 22 años con un señor portugués que desapareció del mapa y que ha sacado adelante a una familia numerosa. Esa mujer, Carmen Carrasco, con la que se puso tontorrón Enrique Cerezo cuando presentó a su hijo como nuevo jugador colchonero... esa madre a la que le ha salido una nuera clónica... ¡Que venga Freud y lo vea!