| 04 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Eduardo Zaplana
Eduardo Zaplana

La letra pequeña de la gran pesadilla de Zaplana

A Eduardo Zaplana todo se le ha suspendido en apenas unas horas: la militancia, la nómina de Telefónica, y hasta la revisión médica a la que no pudo asistir este martes.

| Vicente Climent Edición Valencia

Con, ojo, cinco horas largas, entre las 14 y casi las 20, desde el final del registro de su vivienda en Valencia al inicio del de su chalet en Benidorm, en las que hasta el tiempo se le suspendió. Este miércoles toca repetir procedimiento en su piso y despacho de Madrid.

Poca broma con este asunto de la Operación Erial, que dicen que se llama así porque los parques eólicos están en secarrales, pero que en sí misma parece todo un editorial. El PP es un erial. En el Compromís oficial dirían que una ciénaga. A ver por dónde sale el viernes Mónica Oltra, si sigue en lo partidista aprovechando el viento de cola desde Twitter, o muta en institucional cuando dé su rueda de prensa.

Ximo Puig ha optado por lo segundo, calificando el día de la detención como “un mal día para la Comunidad Valenciana”. Este miércoles ha anunciado que la Generalitat se personará en la Operación Erial porque “hay que recuperar el dinero que se haya podido robar”.

¿Ya se sabía?

Ahora todo el mundo acude a tirar piedras, aunque cuesta creer que todo el mundo supiera que la detención de Eduardo Zaplana era irremediable ni mucho menos inminente. La prueba la tienen en la presencia del conseller nada menos que de Transparencia, Manuel Alcaraz, en la conferencia de hace un mes del expresident y exministro en el Ateneo de Valencia. Contrastaba mucho con la ausencia de dirigentes de su partido, excepción de Luis Santamaría que es amigo personal.

El chascarrillo generalizado durante años no era “va a caer” sino “qué listo es”. Y qué agradable. Hasta Vicent Soler podría contar del buen trato personal cuando el popular estaba de Síndic y el socialista presidiendo ocasionalmente Les Corts. A algunos les ha sorprendido incluso que la esposa de Zaplana, Rosa Barceló, aparezca imputada en el caso porque les hacían alejados. El tiempo pasa para todos. Y la enfermedad.

A Zaplana le detienen por presunto blanqueo de capitales y posibles delitos fiscales. También se han filtrado presuntos sobornos -que estarían ya prescritos- por las ITV y algunos contratos eólicos de su etapa de presidente. Asuntos turbios en los que estaría supuestamente implicada parte de la familia de Juan Cotino, que tiene tres miembros afectados por Erial.

Cotino no era precisamente zaplanista. Con Barberá, fue el máximo apoyo de Francisco Camps contra el benidormí y contra los trajes. Y precisamente de un asunto contra Barberá -Taula- nace al parecer el caso Erial, que se ha llevado al menos políticamente por delante al gran enemigo interno de la trinidad formada por Camps, Cotino y Barberá.

¿Quieren más extraños guiños del destino? A Zaplana le detienen a las puertas de su dimicilio valenciano de Pascual y Genís, calle que tiene por continuación la del Poeta Querol, en donde reside Camps.

El aguante de Bonig

Isabel Bonig se enteró de la detención de Zaplana escuchando a Jiménez Losantos. “¿Otro?”, ha declarado que pensó. Bonig estuvo buena parte del día escuchando la misma emisora porque por la tarde le dijo a Dieter Brandau que con tanto escándalo en su partido en algunos momentos sí ha llorado dada su especial relación con algunas personas. ¿Quiénes? No le preguntaron.

“He pedido perdón”, recordó en su entrevista. Curioso también esto. Zaplana, el día de su conferencia, dijo en los pasillos del Ateneo que nos pasamos el día pidiendo perdón, en referencia a Bonig. Pues parece que a la actual presidenta (mérito aguantar, no sabe Rajoy la suerte que ha tenido con ella) le va a tocar hacerlo otra vez. Lo peor debe ser comprobar impotente que la agenda te la vuelven a marcar todos los demás.

Zaplana y Ciudadanos

Se ha escrito mucho sobre la distancia entre Zaplana y su partido, a pesar de que la relación con Bonig no era mala. Y sobre la cercanía del expresident valenciano a Ciudadanos. Nosotros mismos escribimos sobre sus concomitancias, a las que habría que añadir que el declarado faro de ambos ha sido Adolfo Suárez. Eso también une. Ahora el propio PP -nacional- ha sacado a pasear en su desespero una foto de Zaplana y Rivera juntos. Bueno, habría que aclarar que Rivera era conferenciante ese día y Zaplana su anfitrión en el Club Siglo XXI. Otra especie circulante en los últimos meses era la de que Zaplana estaba detrás de la creación de la Sociedad Civil Valenciana que encabeza su antiguo colaborador Fernando Mut. Él me dijo que no.

Con estos personajes pasa que muchas veces su historia y su leyenda se confunden. Manolo Mata puso un tuit citando al legendario espía Paesa. Y no puedo evitar pensar en José Juan Zaplana, que no va a poder hacer oposición a Carmen Montón durante unos días para evitar la confusión. ¿Se acuerdan de cuando Alberto Fabra tenía que aclarar constantemente que no es familia de Carlos Fabra?