Valencia CF: Vezo y Lato, inusuales goleadores para un triunfal estreno

"A veces, los pájaros disparan a las escopetas", esa fue una de las muchas frases acuñadas por un popular ex entrenador valencianista; la cual, en este caso, nos ayudaría a describir lo que este clásico partido de pretemporada -obviamente excesiva intensidad no era exigible - frente al Galatasaray deparó.

Y es que, si ya no es, precisamente, muy frecuente que hombres como Rubén Vezo o Toni Lato ejerzan de goleadores, menos lo es aún que lo hagan en acciones en las que tienen que irrumpir desde sus respectivos laterales en primera instancia, para después controlar, y posteriormente definir como si de avezados delanteros se tratara. Pero no era conveniente desaprovechar las facilidades defensivas de los turcos, así como tampoco los buenos servicios de Nacho Gil primero, y Gabriel Paulista después.

Por lo demás, destacar la presencia de tres hombres con la etiqueta de "transferibles"en el once titular valencianista; hombres a los que no se les pudo negar su voluntariosidad: Medrán; el propio Nacho Gil; y muy especialmente un Simone Zaza -todavía con la pretensión de demostrar a Marcelino que la batalla no está cerrada- contribuyeron a lo que fue una primera parte plácida para el conjunto che, y en la que únicamente tuvo el hoy titular Jaume Domėnech que intervenir ante un lanzamiento de Obafemi Gomis en el acercamiento más destacado por parte del cuadro otomano.

Sin embargo, si ya interesantes podían resultar las evoluciones de los futbolistas que a contrarreloj luchan por hacerse un hueco, más lo eran aún a priori para el buen aficionado valencianista la de las caras nuevas.

Y ahí, exactamente, es donde residieron las mejores noticias de la confrontación. Por un lado, Mouctar Diakhaby brindaba solidez a la zaga, haciendo gala de su buen sentido de la colocación y anticipación. Aunque, sobre todo, las prestaciones más destacadas en ese sentido cabría ir a buscarlas en lo apuntado por Uros Racic. La capacidad de abarcar el máximo de terreno que de la poderosa figura del mediocentro serbio emana da toda la sensación de poder resultar un aspecto destinado a brindarle un protagonismo mayor con respecto a aquel para el que inicialmente parecía destinado; fundamentalmente si tenemos en cuenta que, para nada, parece exento de cualidades técnicas.

De hecho, su presencia en el campo - hasta el minuto 60 - coincidió con el dominio valencianista. Algo que los turcos pudieron, en parte, revertir en los últimos minutos para acortar distancias. Hecho que no empaña un estreno en la temporada del Centenario que, dadas las circunstancias, merece ser calificado como de notable.