El bochornoso vídeo de Montero levanta ampollas por el culto a la amada lideresa

Ya este martes levantó una gran polvareda a su alrededor por lo que el "vídeo para felicitar" a Irene Montero por su cumpleaños contenía de "tics" de "culto a la personalidad" al "amado líder", como lo llamó Juan Soto Ivars en Twitter:

Aparte del infantilismo, que oye, en todas las oficinas hay momentos para soplar velitas y tal, lo que me fascina de esta serie de vídeos ministeriales es cómo bordean el culto a la personalidad. El cumpleaños del amado líder, sin pudor. Son tics.pic.twitter.com/lY5INkOPM8

— Juan Soto Ivars (@juansotoivars) February 18, 2020

Este miércoles Álvaro Martínez ahonda en el vídeo de siete mínutos marras en su columna de ABC, "nada zarrapastroso sino correctamente editado, que el personal a las órdenes de Irene Montero colgó en internet con la sorpresa que le dieron a su "jefa" con motivo de su 32 cumpleaños".

Con mucha ironía habla de "momento histórico para España, sin duda" aunque aquello no "contuviera un gramo de interés para el resto de los españoles; más bien al contrario" por lo que "contiene de exhibición del poder conquistado y el infantil alarde de lo mucho que trabaja la cúpula del Ministerio de Igualdad, que ni en las minas de Silesia en el siglo XIX". 

En este sentido destaca que las "subordinadas" de Montero insisten en el vídeo en lo mucho que se "curra" allí "mientras media docena de ellas preparan la sorpresa de acá para allá por los pasillos del Ministerio, sigilosas para que nadie reviente antes de tiempo tan emotivo evento a la gran lideresa morada". De hecho, cuando "por fin llega la tarta todas, no menos de diez, se dirigen a un salón de rica y palaciega decoración en el que "la jefa" sostiene a su bebé, para entonar el típico (y desafinado) cumpleaños feliz". 

Más atónito que indignado se pregunta qué "cualidades adornan la sesera de quien ideó publicitar semejante vídeo-panegírico de Montero en su salsa ministerial, casi venerada por una entregada cohorte de subalternas que le doran la píldora con un desahogo que causa pasmo por su aire tardo-infantil y su inextinguible obsesión por la imagen".