| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Terelu Campos tiene miedo
Terelu Campos tiene miedo

Terelu Campos, horrorizada ante una información que la persigue desde hace años

Kiko Matamoros ha reabierto un antiguo asunto que afecta sobremanera a Terelu Campos. Y todo por culpa de Carmen Borrego y su argumento sobre el adiós del colaborador a Sálvame. Mas madera.

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Desde que Carmen Borrego decidiera hacer pantalla, Terelu Campos se ha visto afectada. La irrupción de su hermana como colaboradora ha hecho que se las compare, que se diga que Carmen le hace sombra y un sinfín de cosas más que no son plato de gusto. Todo indica que hay quien quiere dañar a la presentadora, y de ahí los dardos envenenados que recibe. Es duro porque con su hermana se lleva de maravilla. Sin embargo, el hecho de que las enfrenten produce alguna que otra fisura. Terelu lo pasa mal, es muy sensible. Mientras tanto, Carmen se lo echa todo a la espalda. Le da igual. Tiene claro que sus días tras la pantalla son cosa del pasado y que ahora le corresponde estar delante. Esto tiene unas contrapartidas hasta ahora desconocidas para ella. Es la cara y la cruz de una noria llamada fama.

Ha sido Kiko Matamoros quien ha traído al presente un asunto que horroriza y atemoriza a Terelu Campos porque siempre sale malparada. El colaborador expresó, a propósito de la opinión que Carmen Borrego aportó sobre su salida de Sálvame, lo siguiente: “Dijo que yo era un señor que estaba profesionalmente amortizado, que ella no tenía por qué perdonar a alguien que había hecho tanto daño… Y que me había ido por la puerta de atrás. Por la puerta de atrás se va alguien al que echan, por esa puerta se va alguien con el crédito agotado y la imagen destrozada. Yo me he ido con la oposición de mis jefes y una actitud, por su parte, tendente a que me quedara con algunas condiciones, de lo que no me gustaba o sí me gustaba, que se negociara otro tipo de contratación". Y así remató: “Lo importante en la vida es entrar y salir por la puerta principal, no por la puerta de servicio. A mí no me lleva mi mamá de la mano a trabajar”.

Sin duda, lo vertido por Kiko reabre un viejo debate sobre si las hermanas Campos trabajan por méritos profesionales o por ser hijas de quien son. Terelu ha alzado la voz para gritar que su hermana tiene un currículum que la avala, y es verdad, pero detrás de las cámaras, y casi siempre trabajando en los programas que conducía María Teresa. Si se analiza el giro profesional que ha dado, no parece posible sin una mano tendida. Es cierto que Carmen se esfuerza por dar lo mejor de sí misma pero no destaca como colaboradora. Consiguió estar en el debate de Supervivientes gracias a la participación de Bigote y porque éste prohibió a sus hijos que fueran a defenderle. Así las cosas, Carmen resultaba muy apetecible. No ha ocurrido lo mismo en el debate de Gran Hermano, donde intentó meter cabeza y le dijeron que nones. Su fichaje por Sálvame también tiene que ver con la familia. Se enfrenta a Terelu en un remozado Apueste por una que ha pasado a llamarse Campos de batalla. El morbo está servido porque atrae ver a las dos hermanas cara a cara.

Desde que llegara a Sálvame, Terelu ha tenido que desdoblarse entre colaboradora y personaje. Aunque intentó mantenerse al margen, no fue posible y tuvo que mojarse en temas que le tocaban muy de cerca. Por supuesto, también salió a colación que su currículum profesional no sería el que era de no haber sido por el empuje de su madre, que siempre la ha tenido en sus programas. De hecho, en la profesión se comentaba que a la presentadora se la denominaba “la cláusula” porque María Teresa Campos la imponía en sus contratos. Así las cosas, se comprende que esté asustada ahora que este melón se ha abierto. No obstante, no le queda más remedio que aguantar. Quien tiene que autorizarlo ha decidido que siga como colaboradora rasa. Mientras tanto, ella ve como María Patiño, Kiko Hernández, Carlota Corredera o David Valdeperas se desempeñan como presentadores. Quizás de ahí venga ese gesto en el rostro, a medio camino entre la sonrisa y el descoloque, que luce desde hace mucho.