| 08 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El rostro de la coalición en Navarra
El rostro de la coalición en Navarra

Donde gobierna Bildu, las cosas funcionan. Para Bildu.

Bildu gobierna en coalición Navarra. Hay otros socios, y una presidenta de Geroa Bai. Pero en Navarra se termina haciendo lo que dice la “izquierda abertzale”, o sea los de siempre.

| Pascual Tamburri Opinión

Está de moda criticar a Uxue Barkos Berruezo, y la verdad es que no se lo merece del todo. Ella se convirtió el 22 de julio de 2015 en la Presidenta de Navarra, figura que forma junto al Gobierno y al Parlamento una de las tres instituciones de la Comunidad Foral. Gracias a una coalición parlamentaria de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e IU en su versión navarra Barkos ostenta la más alta representación de Navarra y dirige la acción del Ejecutivo foral.

 

Uxue Barkos Berruezo, la Presidenta de Navarra, tiene apenas 51 años y tuvo una vida profesional exitosa como periodista en los medios públicos vascos o nacionalistas vascos. De modo poco sorprendente, pasó directamente en 2004 de la ETB a la excedencia por desempeñar cargos públicos… en coaliciones igualmente nacionalistas.

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Desde entonces fue diputada de la coalición Nafarroa Bai (NaBai) en el Congreso de los Diputados, siendo elegida en 2004, 2008 y 2011, manteniendo la fuerza de su pequeña coalición incluso tras la re-legalización del entorno de EH Bildu. ¿Podemos quejarnos de su planteamiento de la identidad de Navarra? Desde luego que no, porque nunca ella ni su entorno han engañado a nadie: son separatistas y su meta es romper España y entregar Navarra a los nacionalistas vascos. Todo lo que hacen y dicen ahora desde el Gobierno de Navarra debe entenderse sólo con esa meta, que es la de Bildu.

 

Del mismo modo, el Consejero de Educación José Luis Mendoza Peña tiene a todas luces muy claro cuál es el objetivo principal de su acción de Gobierno. Formado como maestro, el consejero Mendoza quiere una Navarra euskaldún y euskaldunizada, y a esa meta subordina su visión de la escuela navarra. Ya sus anuncios contra la docencia en inglés vehicular y a favor de convocar muchas más plazas de docente en vascuence de las que corresponden a la realidad social son un anticipo de lo que ha de venir: el adoctrinamiento primero en la lengua de las provincias vecinas y luego la siembra de la ideología correspondiente. Sólo que, en principio, los navarros no pagan sus impuestos para estos caprichos, que son los del Bildu.

 

No es de Bildu Manu Ayerdi Olaizola, Vicepresidente de Desarrollo Económico. Desde las áreas de Economía y Hacienda que gobierna este hombre de Deusto y del PNV, el Gobierno de Barkos busca satisfacer aliados, culpar a UPN de los males que vivimos y cultivar la idea de una dependencia futura de un amable rescate por parte de la Comunidad Autónoma Vasca. A su vera, amenizará el festejo un chistulari navarro militante, Mikel Aranburu Urtasun, Consejero de Hacienda y Política Financiera. Así, se suben los impuestos para que la clase media y las empresas se sientan inquietas y además, si se puede, para recaudar más; pero todas las inversiones destinadas a dar fuerza autónoma a Navarra (AVE, Canal de Navarra) se paralizan. Esos impuestos nuevos (Hidrocarburos) o recargados (Patrimonio, IRPF, Sociedades) no son para financiar un despegue de Navarra, sino para financiar las políticas caprichosas propuestas por el Gobierno y sus socios, empezando por Bildu.

 

En suma, ya lo repetimos aquí por boca de Fernando Vaquero: Aunque no va a ser un cambio radical visible como tal, "un presidente abertzale trabajando con total normalidad" es el fin de la Navarra que ustedes, la mayoría, han vivido y querido. Sólo queda una opción, que Uxue Barkos tratará de evitar usándose a sí misma como vaselina hasta que el paso esté ya dado, sin prisa. Si la "Navarra española, amante de las libertades y de su identidad foral, quiere sobrevivir, deberá salir a la calle, movilizarse, trabajar en la política y en la cultura. A corto, medio y largo plazo. Y dada la trayectoria de sus partidos políticos, convertidos PSN, PP y UPN en socios pasivos del cambio y en meras oficinas de intereses únicamente movilizadas en campaña electoral, no parece sencillo: demasiadas rutinas y comodidades, demasiados errores, excesivas flaquezas, cobardías también. Pero es su única posibilidad de futuro: de Navarra y de España". Sin partidos, que ya han dado muestra de hasta dónde pueden arrastrarnos.

 

Pascual Tamburri