| 10 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El plan de Rajoy para seguir en La Moncloa: siete diputados y un apoyo "en frío"

Los populares apuestan por la gran coalición pero son conscientes de que el PSOE puede mantener el veto. Por eso tienen ya un plan alternativo que podría dar resultado según sus cuentas.

| Benjamín López Opinión

De puertas para fuera el PP sigue apostando por la 'gran coalición' con PSOE y Ciudadanos tras el 26 de junio. Pero, conscientes de que es muy probable que los socialistas mantengan el veto que Pedro Sánchez ha enarbolado en los últimos cuatro meses, Génova y Moncloa están barajando otras posibilidades. Y la más factible, quizás la única, es la de sumar 176 escaños con Ciudadanos y el PNV. De hecho, la dirección popular ya tienen echadas las cuentas y cree que, incluso en un escenario post electoral prudente y realista, la suma puede ser posible.

Para conseguir ese objetivo, explican, no es necesario que se produzca un vuelvo electoral. Un pequeño ascenso sería suficiente. En concreto, sólo hace falta que entre el PP y la formación de Albert Rivera consigan siete escaños más que en las pasadas elecciones; cuatro o cinco más los 'populares' y dos o tres más la formación naranja. De este modo, tendrían 170 escaños entre los dos lo que, sumado a los seis que puede aportar el PNV (la misma cifra que lograron en diciembre) alcanzaría la mayoría absoluta en el Congreso. De esta forma, se garantizaría la investidura de Rajoy y la formación de un gobierno que desatasque la situación política que atraviesa España.

El PP mantiene línea abierta con los dirigentes del PNV. Hay sintonía en materia económica y se elogia la moderación de Urkullu

Dicho así parece fácil. Luego vienen las dificultades. La primera es que el PNV aún no sabe que el PP le quiere. Eso sí, se pueden imaginar este panorama electoral y, por lo tanto, deducir que sus votos pueden llegar a valer oro. Y a buen seguro que como tal se lo harían pagar a los 'populares'. Pero contactos oficiales no ha habido al respecto. Sí reconocen en Génova que la relación con los nacionalistas vascos es buena y que un entendimiento con ellos sería posible porque comparten muchos planteamientos ideológicos y porque el PNV podría llegar a necesitar también al PP tras las elecciones vascas del próximo otoño. "Tienen muy presente el Plan Ibarretxe", recuerda un dirigente popular, al subrayar que el radicalismo independentista del ex lehendakari le hizo a la formación nacionalista perder el gobierno de Ajuria Enea. 

El Concierto, la brecha entre PNV y Ciudadanos

Otra dificultad añadida para que ese hipotético pacto a tres llegara a cuajar es el distanciamiento tan abismal que existe entre Ciudadanos y el PNV en un tema 'sagrado' e irrenunciable para los vascos como es el del Concierto Económico. Los de Rivera abogan por su supresión ya que lo consideran un privilegio que hay que extinguir para que , de verdad, todos los españoles seamos iguales en derechos y obligaciones.

El tercer escollo podría ser el precio a pagar. Habría que ver qué concesiones exigen los nacionalistas al PP para entregarle sus votos en una investidura. Es cierto que el lendakari, Iñigo Urkullu, se ha comportado en el aspecto territorial con gran sentido de Estado y lejos de aprovechar la ola secesionista catalana han preferido mantener la cordura y ocuparse de las cosas de comer. Eso invita al optimismo, a pensar que preferirán obtener ventajas econónicas -más fáciles de negociar- antes que adentrarse en el pantanoso territorio de las reivindicaciones soberanistas. En eso confían en el PP

Sea como fuere, es cierto que salvo las líneas rojas de referendos y aventuras secesionistas casi todo es negociable y que a los tres partidos les unen también muchas cosas, especialmente en política económica. Así que desde el PP empiezan a echar ya sus cuentas, en las que incluyen a Rivera y también al PNV. En realidad no les queda otra. Son los dos únicos partidos de todo el arco parlamentario con los que pueden tener alguna posibilidad de entendimiento.