| 05 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Pantoja llegó a tiempo al hospital para ver nacer a su nieta.
Pantoja llegó a tiempo al hospital para ver nacer a su nieta.

Las Navidades perfectas de Pantoja topan con un delicado contratiempo

Me confirman cuál ha sido la primera reacción de la cantante nada más entrar en el centro hospitalario para ver a su primera nieta. Sin embargo, no todo es tan feliz como se esperaba.

| Saúl Ortiz Opinión

Isabel Pantoja escribe ahora el nuevo renglón de su propia tonadilla. Tras obtener el ansiado tercer grado, la Pantoja ha conseguido estar presente en el nacimiento de su nieta Ana, fruto de la relación que Kiko Rivera mantiene con Irene Rosales. Aunque la cantante acudía con gesto serio y mirada hierática a encontrarse con su primera nieta (es abuela de dos niños) me confirman que Isabel ha roto a llorar en cuanto ha entrado en el centro hospitalario. Para ella era muy importante estar en el día del nacimiento y así se lo había comunicado incluso a su hijo y a sus compañeras de cárcel.

Es probable que Isabel conceda una entrevista para explicar su paso por la cárcel

La llegada de Ana supone, en efecto, un estímulo innegable para la cantante que, como adelantó en exclusiva ESdiario, empieza a organizar su vida fuera de prisión. Y también lejos de España. Insisten en que ya está todo preparado para que, en cuanto obtenga la libertad, Pantoja debute en una gira internacional por México. Antes, en España, es probable que la cantante conceda una entrevista para explicar cómo se encuentra tras su paso por la cárcel. Será un éxito de audiencia.

Pero la felicidad de Isabel no es total. Me aseguran que Pantoja teme que estas felices Navidades no lo sean tanto. La salud de su madre es cada vez más delicada y siente que su característica vitalidad se ha convertido en cansancio y cierto desinterés. Es, tal vez, la evidente desmotivación de una mujer siempre fuerte y piedra angular de la familia. Los más optimistas creen que doña Ana sacará las fuerzas para disfrutar de, sin duda alguna, el mejor e inesperado cierre de año que la familia nunca pudo imaginar.