Polémica lingüística: Un alcalde defiende que el valenciano sirve para casarse

Las calles de Orihuela, que es la segunda ciudad de importancia en monumentos y bienes culturales patrimoniales protegidos de la Comunidad Valenciana, acogió el sábado una multitudinaria manifestación (unas 20.000 personas de la comarca de la Vega Baja) en contra de la ley de plurilingüismo del Gobierno de Ximo Puig.

Si un buen resumen de la misma pudiera ser la frase tan repetida de “Valenciano sí, castellà també”, llamaba la atención un curioso cartel que decía: “BUSCO NOVIO EN BENICARLÓ”. O el complementario, rezando, “Que te lo explique el alcalde de Rafal en valenciano”.

Y es que lo de Manuel Pineda, alcalde socialista de Rafal y secretario del PSPV en la comarca, principal defensor del eufemismo “plurilingüista” para ampliar el valenciano en las escuelas públicas de esta comarca tan valenciana como legítimamente castellanoparlante, es muy llamativo.

Durante un programa en la  televisión de la Vega Baja, Pineda justificó la ley con erróneas citas Constitucionales, inverosímiles analogías matemáticas y fabulaciones amorosas como ejemplo (lo del novio o novia de Benicarló) para terminar rendido y venir a admitir que la ley choca con la realidad social de la comarca. Unos comentarios que han llamado la atención, y que están siendo explotados, cuando se trata de un médico de familia profesionalmente respetado.

La polémica lingüística está sirviendo a los populares para consolidar o rescatar en su caso gran parte de los ayuntamientos de los veintisiete municipios que componen esta histórica comarca valenciana a pesar del crecimiento de Vox.

Para los convocantes de la protesta, que contó con el apoyo de los líderes del PP, Ciudadanos y Vox en la Comunitat,  se equivoca el conseller Vicent Marzá (Compromís) y el presidente Puig con su "imposición lingüística". Pineda no asistió a la manifestación organizadas por Asociaciones de Padres de Alumnos, pero sí el alcalde de Beniferri, también socialista.

La declaración del secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, advirtiendo días atrás precisamente en Rafal, “me da igual que vayan 1.000 o 200.000 …”, ha sido calificada por la oposición de "chulería impropia de un demócrata".