Echenique extiende su campaña contra los medios con este ataque a Susanna Griso

La campaña iniciada por Podemos para desprestigiar a periodistas que no son afines sigue acrecentándose. Si desde el periódico oficial de la formación morada, La última hora, se ha señalado a Ana Rosa Quintana o a Ferreras, ahora ha sido el propio Pablo Echenique el que ha cargado contra Susanna Griso.

Ha sido a través de su cuenta oficial de Twitter donde el portavoz de Podemos ha comenzado con una serie de acusaciones contra la presentadora de Espejo Público que en su programa ha comentado una foto compartida por Pablo Iglesias en las redes sociales en el que aparecían las ministras Yolanda Díaz e Irene Montero acompañada de un texto: "Gimmie tha Power...".

El periódico de Podemos tiene un plan claro: señalar a periodistas molestos

 Así, Griso ha señalado que la frase correspondía a la letra de la canción Gimmie Tha Power del grupo Molotov que defiende que "a Policía te está extorsionando, pero ellos viven de lo que tú estás pagando. Y si te tratan como un delincuente, no es tu culpa, dale gracias al regente. Hay que arrancar el problema de raíz y cambiar al gobierno de nuestro país".

Por ello, una de las colaboradoras del programa, la periodista Carmen Morodo, ha señalado que "ese es el argumentario" ya que la frase está enmarcada en el discurso hilvanado por Podemos para presentar a Iglesias "como la gran víctima de una operación de los poderes y las cloacas del Estado".

Sin embargo, este análisis no ha sido del agrado de Pablo Echenique, que rápido ha salido en auxilio de su líder señalando que esta teoría no es más que una "paja mental" para acabar "defendiendo a las cloacas y a un mafioso encarcelado. Delirante". Para luego publicar otro mensaje en las redes: "¿Periodismo o intoxicación?", ha dicho.

La paja mental que se tienen que hacer con tuit de @PabloIglesias que no tiene ná, con Susana Grisso leyendo una letra de Molotov, para acabar defendiendo a las cloacas y a un mafioso encarcelado. Delirante.

Todo vale contra @PabloIglesias y @PODEMOS. Incluido el surrealismo. pic.twitter.com/KSljQpLT7p

— ᴘᴀʙʟᴏ ᴇᴄʜᴇɴɪQᴜᴇ (@pnique) July 2, 2020

Sin embargo, esta no es la primera vez que el portavoz morado carga contra Griso. De hecho, ya cuestionó a la presentadora cuando se hizo eco de una información de El Independiente en la que se afirmaba que Montero "ha manifestado en privado su animadversión" por Echenique.

Ante esto el dirigente de Podemos se dirigió a la presentadora señalando que "ya dañó mucho el prestigio" de su programa cuando difundió "la basura falsa fabricada por las cloacas" por lo que la invitó a "contrastar antes de difundir mentiras".

Pero es que cada día va a más la persecución de la formación y su entorno a los periodistas que no son afines y no defienden los dogmas lanzados por la formación morada. Juan Carlos Monedero ya se dedicó a denigrar a un buen montón de medios de comunicación y programas, críticos con el Gobierno, a los que señaló por "invitar al odio", mientras que la campaña lanzada contra Ana Rosa Quintana por parte del periódicos de la exasesora de Iglesias, La última hora, ha sido brutal.

Imagina que se señala a los anunciantes de los programas que se han dedicado a mentir, difamar, que han intentado tumbar al gobierno, los que invitan al odio. La @COPE, @elmundoes, @EspejoPublico, @abc_es, Fuck OK y otros igual se adecentaban. https://t.co/jSO5Qquh4V

— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) June 29, 2020

Pero es que, parece que lejos de tratarse de una pataleta contra algunas informaciones difundidas por los medios, parece que todo responde a una estrategia bien pensada por Podemos para intentar controlar a la opinión pública.

El ejemplo más brutal fue el de el propio Pablo Echenique cuando publicó un amenazante mensaje contra un periodista, incluyendo su fotografía para que fuera fácil su identificación.

Y es que, la cruzada de Podemos contra los medios parece no tener fin, e incluso cada vez es más intensa, ya que parece que la crítica no tiene cabida en el argumentario de un partido que se vanagloria de defender los derechos de los ciudadanos pero que señala a los que no opinan como ellos.