| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Bravo se erige como la más ´ximista´y lanza un dardo a una elección de Sánchez

La consellera de Justicia lanza un discurso que parece un clon de los que pronuncia el presidente de la Generalitat, aunque, al final de su intervención, añade una advertencia

| Redacción Valencia Edición Valencia

La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, se ha subido hoy al estrado de Nueva Economía Fórum en Valencia para lanzar un discurso lleno de lugares comunes y de términos y referencias que recuerdan a cualquiera de los pronunciados por la persona que le ha nombrado para ese cargo, el president de la Generalitat, Ximo Puig. No obstante, en una intervención en la que intentaba no pisar charco alguno que pudiera salpicarle, ha tenido ocasión para lanzar un ligero reproche a un nombramiento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Bravo, en su perfil más ´ximista´, no ha dudado en atribuir a la gestión del gobierno autonómico al que pertenece "el descenso del paro en 10 puntos" -justo el día en que salen los datos de la EPA que reflejan que mientras que en España se crea empleo en la Comunidad Valenciana se destruye- o "los más de nueve millones de turistas". Todo ello confrontado "con el despilfarro de la etapa anterior" -en alusión a la dirigida por el PP-.

Siguiendo las mismas líneas de quien la nombró para el cargo, ha destacado la pronta aprobación del presupuesto del Consell, "pensado para las personas", y ha ensalzado l´Acord del Botànic al recalcar que "los partidos progresistas hemos sido capaces de arbitrar un sistema de gobierno coherente". Hasta el punto de que, al igual que Puig, aunque sin utilizar la palabra "exportar" que tanto gusta al president, ha considerado que la traslación del acuerdo con Podemos a nivel nacional será positiva. Eso sí, si siguen su receta, "la del diálogo" -posiblemente la palabra que más repita Puig en sus intervenciones-.

Pocos anuncios en su discurso, trufado de grandes frases sobre temas de la agenda socialista, como el peligro del cambio climático o la lucha contra la violencia machista. Lo único que ha avanzado ha sido la remisión a Les Corts del Proyecto de Función Pública, en el que el valenciano iría incluido como requisito, a pesar de que, posteriormente, al recordarle que ella afirmó que prefiere que le atienda un buen médico a alguien que esté en ese puesto por saber valenciano, ha apostillado que "los requisitos no tienen carácter absoluto".

La consellera, aunque apelando a su faceta de jurista, ha respaldado la agenda sanchista de afirmar que "los delitos de sedición y rebelión tienen penas desproporcionadas" y ha abogado por un cambio. No obstante, aquí es donde ha lanzado un pequeño quiebro y, aunque sea una excepción, se ha separado del discurso oficial de su partido.

Al preguntarle por el nombramiento de la ex ministra de Justicia Dolores Delgado como fiscal general del Estado y las dudas que despierta su imparcialidad por haber formado parte del gobierno, ha apuntado que "no está de más escuchar las advertencias del Tribunal de Derechos Humanos cuando habla de objetividad y de garantizar también la apariencia de objetividad". Este aviso a navegantes socialista ha venido después de ensalzar la capacidad de la fiscal general.