| 18 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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España, ¿un país sin efectivo en 2030?

No se crean que se trata de un invento ya que el 43% de las empresas españolas consideran que España podría ser un país sin efectivo en 2030. 

| Israel García-Juez Opinión

 

 

Parece que el dinero en efectivo tiene los días contados. Cada vez tenemos más gurús y más autoridades de países que anuncian que en una fecha no muy lejana, sólo se podrá utilizar el dinero de plástico en diferentes versiones; desde las clásicas tarjetas hasta implantes epidérmicos que servirán para pagar.

Un ejemplo claro de este mundo que hemos construido de usar y tirar. Después de pasar décadas haciendo pedagogía para que el uso de las tarjetas de crédito y débito esté plenamente extendido y la gente utilice sólo los colchones para dormir o para otros menesteres más placenteros, ahora descartamos la utilización del dinero efectivo y todo debe canalizarse a través del teléfono móvil u otras aplicaciones. 

Así, la apuesta por los pagos digitales podría provocar que dentro de tan solo 5 o 10 años se viva en un mundo sin dinero en metálico. No se crean que se trata de un invento ya que el 43% de las empresas españolas consideran que España podría ser un país sin efectivo en 2030

Esta tendencia confirma los datos del Banco Central Europeo, que año tras año refleja en sus informes cómo se incrementan los pagos efectuados por medios distintos al efectivo en la Unión Europea.

Solo en 2018 se alcanzaron los 90.7000 millones de operaciones. Yo considero que bastante control hay sobre todos nosotros como para que ahora absolutamente cualquier compra que hagamos, por pequeña que sea, deba pasar por circuito que es lo que pretende el Sistema.

Solo 2 de cada 10 empresas españolas piensa que los nuevos métodos de pago conllevarán una reducción del número de clientes

Si se promueve la abolición del efectivo todo estará dentro de circuito algo que atenta directamente contra mi espíritu liberal. Sin embargo, en España hay regiones como Murcia en las que 7 de cada 10 empresas creen que nunca llegará a desaparecer el efectivo, algo similar a lo que consideran las empresas castellano y leonesas (69%) o las gallegas (67%). Algo más optimistas en este sentido son las empresas madrileñas, donde un 52% prevé una sociedad sin efectivo en menos de 10 años, seguida de las aragonesas y las valencianas, con un 50%.

A nivel europeo, España está cinco puntos por debajo del promedio (48%), situándose como uno de los seis países europeos que ven más lejana la implantación de una sociedad sin efectivo. Por debajo se sitúan Letonia, donde el 43% de sus compañías cree que su país no tendrá dinero físico en 10 años, República Checa o Bulgaria (32%).

Aunque son muchas las empresas que comienzan a vislumbrar con optimismo un mundo sin dinero en metálico, también hay interrogantes al respecto. Según el último Informe Europeo de Pagos elaborado por Intrum, en el que han participado casi 12.000 empresas de toda Europa, el 40% de las compañías españolas asegura que la exposición a los ciberataques se incrementará si todos los pagos se realizan online. Una valoración 12 puntos por debajo de la media europea, que se sitúa en el 52%.

 

En cuanto a los costes de empresa, sólo un 21% de las organizaciones españolas apunta que una sociedad sin efectivo provocará un aumento de los gastos, frente al 35% que cree que estos costes descenderán gracias a la eliminación del dinero en metálico.

Sin efectivo

Al igual que a nivel nacional, las empresas de las distintas comunidades autónomas españolas también consideran que la eliminación del dinero en metálico disminuirá sus costes. Es lo que opinan 6 de cada 10 compañías aragonesas y el 47% de las castellano y leonesas, siendo las dos regiones más optimistas en relación con los costes derivados de un mundo sin efectivo.

Por otro lado, solo 2 de cada 10 empresas españolas piensa que los nuevos métodos de pago conllevarán una reducción del número de clientes. Por Comunidades Autónomas, las empresas vascas y gallegas superan este promedio situándose en un 38% y 31% respectivamente, mientras que solo un 10% de las compañías valencianas considera que una sociedad sin efectivo implicará la perdida de clientes.