| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Lo que pretende Sánchez de la oposición no es propio de una democracia sana.
Lo que pretende Sánchez de la oposición no es propio de una democracia sana.

Los planes que tiene Sánchez para la oposición amenazan la propia democracia

Antonio Martín Beaumont desvela lo que se oye decir en los despachos cercanos al presidente del Gobierno y no tiene nada que ver con lo que repiten los suyos a su alrededor como un mantra.

| I. D. Medios

Puesto que los españoles son conscientes de la emergencia nacional, se muestran dispuestos a aceptar sacrificios. Antonio Martín Beaumont lo tiene claro en su columna de La Razón de este jueves, "pero siempre y cuando sus gobernantes demuestren liderazgo. Y eso no se consigue con una gestión negligente, ideologizada, repleta de dudas, falsedades y llamativos errores en un momento en el que se están perdiendo vidas", apuntala.

Y es que a su juicio, "ya ni por guardar las formas se intenta poner sordina a las diferencias que conviven en el Gobierno". La batalla contra el virus ha dejado choques dentro del Consejo de Ministros "que van más allá de las dos facciones de la coalición gubernamental".

Tanto es así, puntualiza, que el Ejecutivo está partido en tres: "El socialismo sanchista, el populismo morado de Iglesias y los socialdemócratas que se desmarcan del rumbo del presidente".

En el peor momento "Nadia Calviño y Pablo Iglesias proclaman su hostilidad", por mucho que, en un intento de salvar la imagen y transmitir normalidad, la maquinaria de imagen monclovita pretenda ocultarlo.

Y en medio de la desconfianza, la desorientación y la agonía, Pedro Sánchez aparece al mando mientras los suyos repiten que "él tiene la última palabra” pero en los despachos cercanos al presidente ya se oye decir que "cada vez está más saturado".

Algo que, según Beaumont, le sirve como la gran excusa para pedir "manos libres" si bien "la lealtad siempre debe ser de ida y vuelta". 

Por eso le produce bochorno el ataque a Isabel Díaz Ayuso (por ser de centro derecha y para desviar el foco del errático trabajo de Salvador Illa al frente de Sanidad) mientras la OMS la felicita por su excelente gestión en la lucha contra la pandemia.

En otras palabras: para el director de ESdiario incluso remar al unísono por responsabilidad tiene límites y lo que busca el Gobierno de la oposición es puro sometimiento incompatible con una democracia sana.

Mientras Sánchez busca culpables a su alrededor, ni Pablo Casado, ni Inés Arrimadas, ni Santiago Abascal se creen ya el eslogan de "juntos superaremos esta crisis". Ya ni con el PNV cuenta el líder del PSOE...

En conclusión, "si antes para los socialistas, quienes no apoyaban a Sánchez eran unos fachas, o unos cavernícolas, ahora son personajes siniestros que han recortado la sanidad y dejado sin UCI a los más indefensos".

Beaumont tien claro que "así razona la máquina del Maquiavelo de Ferraz, que busca la rendición de quienes tienen la obligación de controlar al Gobierno. Vivimos instalados en un perverso juego de la izquierda, que exige lealtad mientras practica una desleal oposición a la oposición".