| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Kiko se marcha porque no puede más
Kiko se marcha porque no puede más

Kiko Matamoros abandona Sálvame por diferencias irreconciliables con Mila

El colaborador ha cerrado su etapa en el programa. Se ha ido sin hacer ruido y no ha querido despedidas. Hacía tiempo que no se sentía cómodo. Estos son los motivos de un adiós anunciado.

| ESchismógrafo Chismógrafo

Hacía tiempo que flotaba en el ambiente el malestar de Kiko Matamoros. No estaba cómodo en Sálvame y eso se notaba. Así las cosas, el grandullón ha tomado la decisión de abandonar el programa. Se ha ido sin hacer ruido, sin despedirse de sus compañeros. No se trata de una decisión tomada a la ligera. Muy al contrario, ha sido largamente meditada. No es hombre de actuar desde el calentón, sino de los que se toma su tiempo antes de dar un paso importante.

El principio del fin de Matamoros en Sálvame empezó a escribirse cuando se sometió a una intervención quirúrgica y Makoke le sustituyó. La verdad es que nadie pensó que la presencia de la malagueña levantaría tanta guerra en plató. Mila no dudó en lanzarse en tromba contra ella y le dijo de todo. Cosas horribles que dieron pie a la demanda que la mujer de Kiko le interpuso. Lejos de intentar mediar, el resto de colaboradores callaron o apoyaron a la Ximénez. Una lucha completamente desigual que llevó a Makoke a abandonar el programa antes de lo que estaba previsto.

Cuando Kiko regresó a Sálvame, recriminó a Mila su actitud. Hablaron y parecía que hacían las paces. Sin embargo, Matamoros abandonó el eje del mal y quedó en tierra de nadie. Está claro que él y su compañera hicieron un pacto de no agresión pero, donde hubo fuego, brasas quedan. Y así, hace unos días, una conversación derivó en una gran bronca entre ambos donde reaparecieron los fantasmas del pasado. Se ha comentado que al colaborador le ha molestado que Lydia Lozano anunciara el embarazo de su hija, algo que ha desmentido rotundamente. Eso sí, ha enviado un recado a María Patiño y Mila, en forma de twit, donde les recriminaba que machacaran a su hija y a Chenoa “por vender su vida y a Belén le aplauden todo”.

Al deshacerse el eje del mal, Kiko quedó en medio de dos mundos. Mientras tanto, Mila cada vez contaba con más apoyos en plató: Belén Esteban, Gema López, Kiko Hernández o María Patiño. En parte, se comprende, pues la sevillana tiene un proceder en televisión que causa respeto. Son pocos los que le plantan cara y salen indemnes. Bien sea mediante la palabra o a través de la mofa, el caso es que atiza fuerte y con ganas. Por tanto, no es extraño que su barco sea el que más pasajeros lleve a bordo. Tampoco podía ya soportar Kiko la defensa numantina que el Team Mila hace de Belén Esteban. Es cierto que tienen razón en muchas cosas, pero su sobreprotección hacia la rubia hace que a veces pierdan la objetividad. Por cierto, que la copresentadora de Sálvame también es uno de los motivos del adiós de Matamoros. No le perdona lo que sobre ella dijo mientras estaba en GHVIP y tampoco que a veces haya intentado encontrar explicación a algunos de los comportamientos de Toño Sanchís. Era entonces cuando le recriminaba que hubo un tiempo en que fueron socios y también amigos. Decir que se llevan mal sería poco, más bien no se soportan. Y es que el espíritu crítico de Kiko choca con el culto a la personalidad al que Belén está acostumbrada.

En el aire queda si Matamoros volverá a Sálvame. En principio, su idea es que no. Insiste en que necesita descanso, cargar pilas y concentrarse en otras cosas para volver a respirar. Se comprende, el programa tiene un alto coste a nivel personal dado que los personajes son los colaboradores. En este sentido, han existido otras fugas: Raquel Bollo, Kiko Hernández, Terelu Campos… Aún así, que nadie se preocupe, porque tertulianos no faltarán, y más teniendo en cuenta cómo está de mal el patio rosa. Otra cosa es que estén a altura de Kiko Matamoros.