Preocupación en el Real Madrid porque Cristiano haga una locura en Riazor

En el seno del Real Madrid andan muy preocupados por cómo pueda afrontar Ronaldo el último partido liguero, pensando siempre en la final de la Champios League del próximo 28 de mayo en Milán. Saben de la obsesión de astro portugués por el Balón de Oro, un galardón que sería más difícil de conseguir si el azulgrana Luis Suárez le adelantara en el trofeo Pichichi de la Liga, como parece que va a suceder. Son cuatro goles los que separan a ambos en su particular carrera por ser el máximo realizador del campeonato nacional (también lo serían a nivel europeo), y en los despachos del Bernabéu saben que Ronaldo no ve imposible hacer incluso cinco goles al Deportivo de La Coruña el próximo fin de semana. Sin ir más lejos, el Barça les metió ocho en Riazor en un reciente partido.

Pero este convencimiento del portugués, y la lesión que le ha tenido apartado de los terrenos de juego algunos encuentros en abril, son un cóctel explosivo para Zinedine Zidane, un entrenador que ya se ha visto que es incapaz de sentar en el banquillo a Ronaldo si éste quiere jugar. Siendo así, parece que solo una llamada de Florentino Pérez podría intentar calmar la ansiedad goleadora del crack de Madeira. Pero muchos en Concha Espina temen que ni por esas. Cristiano ha demostrado que su ambición personal sobre el césped es su motor principal, y aunque una agravamiento de la lesión en el muslo derecho sea un riesgo real, él parece que confía en su físico y en poder afrontar el reto de Riazor y posteriormente salir victorioso de Milán. Así, con la Bota de Oro y la Champions League debajo del brazo, y con un año discreto de su archienemigo deportivo Lionel Messi (que a priori ‘solo’ podría ganar la Liga y la Copa), su cuarto trofeo de mejor jugador del mundo parece que estaría asegurado.

Para ganar el Balón de Oro, cuenta, y mucho, lo que se hace a nivel continental, más que nacional. Por eso son ‘caza mayor’ para el portugués la Bota de Oro (el máximo galardón individual como goleador) y la Champions League. Pero es que además este 2016 es año también de Eurocopa, y aunque Portugal no parte como favorita, siempre es un rival a tener en cuenta.

Ronaldo guarda desde hace más de una década la espinita de ganar este título. En 2004, en Lisboa, lo perdió ante Grecia contra todo pronóstico, cuando él solo era la promesa del fútbol local y la responsabilidad recaía en otros como Luis Figo. Ahora el reto está en junio en Francia, y también va a ser un buen escaparate para conseguir recortar otro balón dorado a Messi, que ahora suma cinco, por tres del luso.