El PP ya tiene sus candidatos a las alcaldías...y lo saben

“Ya te está claro quién encabezará la candidatura del Partido Popular en la ciudad de Valencia y esa persona lo sabe”, reconocía sin reparo Mari-Carmen Contelles, portavoz de esta formación en la Diputación de Valencia. Lo hacía esta semana en los micrófonos de Capital Radio. Y lo ratificaba con la lógica de que él o la candidata necesita un tiempo para preparar su equipo y su estrategia, y que no haberlo confirmado hubiera supuesto perder semanas o meses de trabajo. Eso sí, no profirió el nombre del ungido por mucho que se le interrogó al respecto ni asintió al plantearle opciones.

Después, a la salida del programa y a preguntas de este periodista sobre otros municipios, afirmó que en la mayoría ya está igualmente claro quién abanderará la lista. Y que esa persona también sabe que ha sido la escogida. O que su partido se lo ha pedido. Depende de la situación y la voluntad de cada cual. La propia Contelles será la candidata a alcaldesa por el PP en La Pobla de Vallbona. Algo que se presuponía, por otra parte. Y que ya certifica la propia portavoz de los populares en la Diputación de Valencia.

La lógica de Contelles tiene triple sentido. Por un lado, esa necesidad de allanar el camino. Alguien designado o escogido con seis de meses de antelación a mayo de 2019, por sorpresa, puede haber perdido un tiempo precioso. No sería así en Valencia si la persona elegida resulta el actual portavoz del PP, Eusebio Monzó, que viene trillando y sembrando la cosecha electoral desde hace años. Incluso el presidente de la gestora local, Luis Santamaría. Más allá de ellos dos perdería sentido la lógica argumental de la diputada.

Por otra parte, la afirmación la realiza Mari-Carmen Contelles, portavoz del PP en Diputación, vicesecretaría regional de organización y persona de confianza de la presidente autonómica, Isabel Bonig, que, de no haberse pospuesto sine die el congreso -ya será para después de las elecciones autonómicas y locales de 2019 y quién sabe incluso si también con posterioridad a las generales que algún día antes de verano de 2020 convocará Pedro Sánchez- podría estar presidiendo ahora el PP provincial. Por tanto, habla alguien con conocimiento de causa y de los municipios.

Y una razón más. Mucho se especula con que la elección de unos candidatos u otros se vería influida por quién acaba presidiendo finalmente el Partido Popular a nivel nacional. Más bien podría contemplarse desde otra perspectiva. La persona que gane, sea Soraya Saénz de Santamaría, sea Pablo Casado, lo hará tras superar unas primarias en las que ningún aspirante llegó al 50% de los votos emitidos.

Por tanto, el vencedor puede optar por dos vías: imponer sus criterios y fragmentar a su partido, con lo que las filtraciones, las pugnas cainitas y los envites por la confección de las listas se multiplicarían; o buscar concordia y delegar en cada ejecutiva autonómica en los que casos de municipios con más de 20.000 habitantes y en las provinciales para aquellas poblaciones que no alcanzan esa cifra. Salvo en casos puntuales y previo consenso.

O arriesgarse a restar y tensar o intentar sumar respetando las decisiones de los referentes autonómicos. Contelles, en el caso de Valencia –si esto sucede con las capitales de provincia, en el resto de poblaciones puede darse por hecho- está convencida, y así lo asegura, de que la dirección nacional escuchará y ratificará la propuesta autonómica.

Esta circunstancia se produce en una coyuntura en la que el PP mantiene sus estructuras locales previas a los comicios de 2015, donde perdió la inmensa mayoría de las alcaldías que antes ostentaba. No ha habido congresos comarcales ni locales. Por tanto, quien presidía las ejecutivas en cada municipio sigue haciéndolo salvo alguna inusual renuncia. En definitiva, quien controlaba el partido en 2015 y decidió el nombre del candidato –casi siempre la persona que lo presidía en la escala local- continúa haciéndolo. Por tanto, su decisión no extrañaría que se repitiera.

En algunos casos significa que candidatos ganadores volverán a intentarlo. Y aquí podemos enumerar a compañeros de Contelles en la Diputación de Valencia, como Enrique Ortí (Xirivella), Francisco Izquierdo (Manises), Remedios Avia (Alcàsser) o Miguel Bailach (Massamagrell). También, desde luego, los alcaldes Juan Ramón Adsuara (Alfafar) y Evarist Aznar (La Llosa de Ranes).

No obstante, también equivaldría a que en otros municipios donde el PP pasó de ser el más votado a quedar segundo o incluso tercero podría intentarlo con las mismas personas con las que sufrió el varapalo. En algunos casos, como Paterna o Alboraya, esta situación ha quedado descartada tras las renuncias de quienes fueron alcaldes y luego no pudieron repetir. Ahora, quienes aspiran a sucederles ya sabrían, presumiblemente, que lo son. En otros, como Burjassot y un largo etcétera de municipios, sí que podría suceder y optar un aspirante seriamente derrotado en 2015.

De cualquier modo, en un partido bastante previsible como el PP basta saber quién ostenta ahora la portavocía y/o dirige la formación en cada municipio para proferir su nombre y tener muchas posibilidades de acertar en la quiniela de las candidaturas a alcaldía. Máxime si se tiene en cuenta que las primarias, en cuya segunda fase anda sumido ahora a nivel nacional, constituyen la excepción –de momento- no la regla. Y que no están previstas –salvo que alguien como el citado Adsuara las haga por propia iniciativa en su municipio- para la designación de candidatos a la alcaldía.

Por tanto, si el Partido Popular ya tiene sus aspirantes a levantar la vara de mando en los plenos de junio de 2019, ahora solamente falta que los anuncie oficialmente. Un hecho que tardará poco en producirse una vez haya cerrado su congreso y escogido a la persona que presidirá la formación a nivel nacional.