Linchan por decir "¡Viva España!" al juez que prohibió el acto del 1-O en Madrid

Varios medios de comunicación afines a Podemos, los propios promotores del acto vinculados a Ahora Madrid y hasta la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, se han coordinado este miércoles en una campaña de acoso y derribo contra el juez José Yusty Bastarreche, autor del auto que este martes decretó la suspensión del coloquio organizado en el espacio municipal del Matadero, en defensa del referéndum ilegal del 1 de Octubre.

Todos ellos pretenden poner en tela de juicio la profesionalidad del magistrado por sentirse español y no simpatizar con Podemos. De lo que deducen que es del PP.

El gran trapo sucio que le ha encontrado el diario Público es su firma, hace casi tres años, en un manifiesto de la plataforma Libres e Iguales que advierte de los peligros del independentismo catalán y pide a las fuerzas democráticas que luchen por defender la Constitución. En su web, Yusty Bastarreche acaba su comentario con un "¡Viva España!".  

A mayores, Eldiario.es publica este miércoles un fragmento de una conversación en un foro entre varios juristas en el que participó el firmante del auto por el que se suspende cautelarmente el polémico acto que recurrió el PP.

Yusty Bastarreche criticó allí a los llamados ayuntamientos del cambio. "¡Pensar que semejante tropa está al mando de nuestras ciudades y villas! Si por lo menos tuviesen un aspecto presentable", escribió.

Aprovechándose de esa opinión de magistrado, la plataforma autodenominada Madrileños por el derecho a decidir, organizadores del acto a favor del referéndum catalán comparecieron este miércoles para acusar al magistrado de "excederse" y asegurar que tienen "sospechas" de que éste sea "afín" al PP.

Según expresó en rueda de prensa uno de los responsables que registró la petición en el Ayuntamiento, Pedro Casas -número 41 en la lista de Ahora Madrid- el recurso de los populares quería prohibir la cesión del espacio municipal, mientras que el auto de Yusty prohíbe el acto.

"El recurso del PP se ciñe a que se suspenda un acto administrativo; se pide que se paralice la cesión del local, pero el juez va mucho más allá de lo que los propios demandantes le pedían", recriminó. Casas adelantó además que Madrileños por el Derecho a Decidir no descarta organizar el coloquio en favor del 1-O en otro lugar.

Casas insinuó que resulta "curiosísimo" que se resuelva un recurso contencioso-administrativo con "esa rapidez". "En un caso concreto de libertad de expresión un juez se toma libertad de en menos de veinticuatro horas hacer un auto", ha indicado, para añadir a continuación que se trata de algo "aberrante". "Dice debo suspender el acto, no la cesión... eso es pasar límites, cuando el juez se pronuncia sobre algo que no le han pedido; es pasarse siete pueblos", criticó.

A la campaña de críticas contra el juez se sumó también la portavoz municipal, Rita Maestre, quién en Espejo Público advirtió de que "no hay opiniones ilegales" y acusó al magistrado de poner en riesgo "derechos y libertades que tanto costó conseguir".

Por suerte en nuestro país no hay opiniones ilegales.Es importante no ceder en la defensa de derechos y libertades que tanto costó conseguir pic.twitter.com/mv1wexeKyv

— Rita Maestre (@Rita_Maestre) 13 de septiembre de 2017

A las críticas de Maestre se sumó el secretario general de Podemos Madrid, Ramón Espinar:

Registrar imprentas, medios y prohibir actos públicos es incompatible con la democracia

Es tiempo de solucionashttps://t.co/WKwv6D6qz6

— Ramón Espinar (@RamonEspinar) 12 de septiembre de 2017

Paradójicamente, en defensa de juez Yusty salió la propia Carmena, que señaló que no es incompatible la ideología de un juez con ejercer correctamente su función, al tiempo que declaró que el recurso presentado por el PP para suspender el acto en la Nave de Terneras del Matadero llegó a las manos de este juez "por reparto".

"Hay que aceptar que los miembros del poder judicial tienen sus opiniones, ideología y visión sobre la política y la sociedad", sentenció Carmena, en un nuevo desmarque de la formación política que le aupó a la Alcaldía de Madrid.