Policía y CNI, de los nervios, negocian una tregua para taponar "la cloaca"

"Operación control de daños". Sin tiempo para nombrar a sus nuevos comisarios principales -se han convocado los respectivos concursos en los últimos días- y tras el primer cese fulminante de su etapa -el del jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), Enrique García Castaño- el recién llegado jefe de la Policía, Florentino Villabona, ha recibidido un nuevo y delicado encargo de los responsables del Ministerio del Interior, que dirige Juan Ignacio Zoido.

Según ha sabido ESdiario de fuentes policiales, el nuevo director adjunto operativo (conocido como DAO) ha "ofrecido y reclamado" en las últimas horas una tregua al Centro Nacional de Inteligencia, en la soterrada guerra que este órgano mantiene con la llamada cloaca de Interior.

Y es que como adelantó este diario el pasado 27 de enero, tanto en el Gobierno como en los servicios secretos existe verdadera alarma ante la posibilidad de que información de carácter "muy sensible" salga a la luz. El primer estallido se ha producido ya en las últimas veinticuatro horas con las jugosas revelaciones al diario El Mundo del anterior DAO, el comisario Eugenio Pino.

Nuevos datos sobre la masacre del 11-M, la financiación de Podemos, el chivatazo a ETA en el caso Faisán, el dossier Don Juan Carlos y la investigación a Jordi Pujol; por la que, por cierto, el juez José de la Mata ha citado a declarar al comisario Pino.

Pues bien, en las últimas horas, el comisario Villabona ha trasladado por los conductos oficiosos al director del CNI, Félix Sánz Roldán, un mensaje para "conjurarse" y abortar nuevas revelaciones policiales más que delicadas para ambos órganos.

El CNI es consciente de que tras la "salida del armario" de Eugenio Pino hay en marcha algunas gestiones en varios medios de comunicación para que "tiren de la manta" otros tres protagonistas de la guerra de comisarios: el supercomisario jubilado José Villarejo; el comisario destituido Enrique García Castaño, y el exjefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas.

"Una bomba de relojería", reconocen fuentes policiales a ESdiario, "que hay que desactivar". Ya lo hizo este miércoles en el Senado el propio ministro del Interior ante la primera tentativa del PSOE de sacar rédito político de las guerras policiales.

Ahora, Interior y el CNI -viejos enemigos íntimos- se ven obligados a conjurarse para evitar que la guerra de la cloaca salte ahora en toda su extensión a las portadas de los diarios.