| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Tania Sánchez, de nuevo en la picota
Tania Sánchez, de nuevo en la picota

Tania Sánchez mete en un nuevo lío a Podemos y Vallés vs Pastor

¿Quién ganó el debate a cuatro? Las opiniones son dispares pero una cosa sí está claro: el presentador estuvo más duro que su compañero. Pero no todo es debate.

| Matilde Pimentel Medios

Por si el debate a cuatro les trae totalmente al fresco, la noticia no correspondiente a esa cuestión es la que aporta Segundo Sanz en Vozpopuli sobre Tania Sánchez: "La exconcejal de IU en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid participó, por ejemplo, en la prórroga de dos expedientes, de 426.682 y 214.665 euros, que su padre había concedido en 2006. Ambos recayeron en una empresa benefactora del Círculo de Gestores Deportivos de Madrid. De esta asociación han sido miembros dos fontaneros municipales que estuvieron bajo responsabilidad de Sánchez, hoy candidata de Podemos".

Aparte de eso, la resaca del debate inunda todo. ¿Quién ganó el encuentro? Cada cual arrima el ascua a su sardina en uno de los encuentros más empatados. La mayor parte de los medios digitales destacan el papel de la única presente no candidata a la Presidencia del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

"Su peor momento fue cuando salió el tema de la corrupción. Iglesias la tuvo contra las cuerdas pero no supo rematar la faena. Rivera le perdonó la vida -me he mordido la lengua con Bárcenas, reconoció- y los ERE's de Andalucía anularon a Sánchez.Huyó del barro evitando el cuerpo a cuerpo. Se dio cuenta de que Rivera cuando pegaba hacía daño y entregó el protagonismo al resto de los candidatos. La ausencia de Rajoy no le quitó puntos", destaca Luis Balcarce en Periodista Digital.

"La vicepresidenta tuvo que emplearse a fondo para defender la postura del Gobierno respecto a la corrupción. Pedro Sánchez volvió a rescatar los mensajes de Rajoy a Bárcenas, y Pablo Iglesias el registro de 20 horas por parte de la Policía Nacional en la sede de Génova", resalta El Confidencial Digital.

Para Ana I. Gracia, de El Español, la vice fue la perdedora: "La vicepresidenta del Gobierno se ha quedado sin argumentos para aplacar los ataques sobre corrupción que le han llegado por los tres frentes: PSOE, Ciudadanos y Podemos. El primero que invitó al plató de Atresmedia a Luis Bárcenas, el extesorero del PP que supuestamente pagaba en negro a la cúpula del partido, ha sido Pedro Sánchez. Minutos después, Albert Rivera sacó en directo la portada del diario El Mundo que mostraba los sobresueldos que el extesorero presuntamente entregó a Rajoy cuando era ministro".

Según Nuria Val, de OK Diario, la cosa estuvo más repartida: "Fue imposible dilucidar quién se llevó el gato al agua porque no hubo ese KO a la vicepresidenta que todos esperaban. Pedro Sánchez empezó siendo el peor pero fue a más y terminó convirtiéndose en el mejor, con un minuto final antológico. Sin embargo, su primera hora y cuarto le negó la victoria. Soraya fue más Soraya que nunca: no erró en nada pero tampoco destacó en ninguno de los pasajes de dos horas y cuarto para la historia. Albert Rivera estuvo formidable en el fondo (especialísimamente al abordar el segundo asunto que más preocupa a los españoles, la corrupción) pero mal en las formas, con un nerviosismo permanente que le jugó malas pasadas en la comunicación no verbal. Y Pablo Iglesias no se apeó del mismo guión de hace dos años: los desahucios, las puertas giratorias, los pobres, la corrupción ajena y tres o cuatro lugares comunes más. Eso sí: propuestas, prácticamente ninguna. Su doble metedura de pata al referirse a la segunda mayor auditora del mundo, el gigante PricewaterhouseCoopers, provocó la hilaridad en las redes sociales".

En ESdiario Ana I. Martín pone el foco en otros presentes: "El candidato de Ciudadanos estuvo sólido en sus planteamientos y propuestas, mucho más que Sánchez. Muy mal se tuvo que ver para que los temas estrella del socialista fueran el traslado del Senado a Barcelona, el compromiso de un Consejo de Ministros paritario como en tiempos de Zapatero, equiparar a Ciudadanos con la derecha y Venezuela: no tardó en sacarle a Iglesias esto último justo el día del varapalo electoral de Nicolás Maduro".

Claro que hubo otra cuestión colateral del debate: la sensación de que Vicente Vallés le comió el terreno a Ana Pastor. "Le habrá costado lo suyo, pero lo cierto es que la periodista se mordió la lengua y no entró a la refriega con ninguno de los participantes. Ni siquiera con Pedro Sánchez, que se niega a sentarse frente a frente con ella en su programa de La Sexta, tal y como se encargó de recordarle Pablo Iglesias durante el bloque de regeneración democrática", escribe Daniel Forcada en El Confidencial.

Y Pablo Molina ahonda en ello en Libertad Digital: "Los que solemos ver a Vallés en el informativo de sobremesa recitando las noticias con ese tono de oficinista aplicado, no pensábamos que iba a ser capaz de sobreponerse a una especialista en acaparar protagonismo como su compañera de reparto anoche en el plató. El presentador del telediario de A3 parecía llamado a desempeñar el noble papel de sujetar los folios de Ana Pastor, cuando ella se centrara en interrumpir a los candidatos con cara de mucha intensidad. Sin embargo, Vallés fue el único que supo mantener el interés del programa con sus entradillas acusatorias, sus preguntas comprometidas y sus repreguntas aún más temibles. De no estar él, el debate hubiera sido, una vez más, una sucesión de monólogos a cual más aburrido".