| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Rafael Simancas junto a Adriana Lastra en el Congreso de los Diputados
Rafael Simancas junto a Adriana Lastra en el Congreso de los Diputados

El PSOE de Simancas se queda en shock por la corrupción de la 'Púnica'

El empresario David Marjaliza ha reconocido ante el juez que entregó un millón de euros en comisiones a los socialistas madrileños que aún no han dado ninguna explicación.

| Andrea Jiménez España

En shock. Así se ha quedado el PSOE de Madrid después de las declaraciones del empresario vinculado a la 'Púnica' David Marjaliza, que este martes ratificó ante la Audiencia Nacional que entregó casi un millón de euros a los socialistas de Rafael Simancas. De momento, el silencio reina en Ferraz y nadie se ha atrevido a desmentirlo.

Así, todas las miradas está puestas en Simancas, que cuando hace un mes se publicó la implicación de su partido en esta trama, se apresuró a desmentirlo a través de las redes sociales, asegurando que "nunca se menciona mi nombre, ni el de la dirección del PSOE de Madrid", pero ahora ya no tiene escapatoria y ha optado por el silencio.

 Y es que, Marjaliza ha confirmado ante el juez Manuel García Castellón que financió al PSOE de Madrid con 970.290 euros cuando el ahora diputado hacía las veces de secretario general de los socialistas madrileños, mientras que derivó 105.489 euros al PP y 15.025 para IU.

Así, el mensaje lanzado por Simancas que aseguraba que la 'Púnica' es un caso de corrupción del PP se desmorona, ya que el principal beneficiario de las mordidas ha sido el PSOE, cuyos alcaldes ha sido regados con grandes cantidades de dinero para financiar sus diferentes campañas electorales en varios municipios madrileños como Pinto o Parla.

De hecho, la declaración de Marjaliza no ha hecho otra cosa que corroborar la veracidad de la documentación contable entregada al juez, una treintena de anotaciones manuscritas por el empresario que sitúan al PSOE en el epicentro de la trama Púnica.

Los libros manuscritos demuestran que derivó 240.000 euros para el PSOE en el Ayuntamiento de Pinto por una recalificación; 6.000 euros para la campaña electoral del municipio madrileño o 61.100 euros para el PSOE de Parla por una supuesta adjudicación de 196 viviendas.

 

 

La "clave" del Sur

De hecho, Parla fue el municipio que más comisiones generó, llegando a los 471.000 euros en cuatro años que, según el empresario, terminaron en los bolsillos de miembros del PSOE o de otros intermediarios, incluyendo los 3.450 euros que sirvieron para pagar un cuadro que debía ser regalado al entonces alcalde, Tomás Gómez, exsecretario general del PSOE de Madrid.

Así, el "caso de corrupción del PP", como dijo Simancas ha pasado a ser un agujero del que el PSOE tendrá muy complicado salir ya que el cierre de la investigación se acerca. El juez de la Púnica ha puesto en marcha esta ronda de interrogatorios de cara al cierre de la instrucción de la causa, cuyo plazo vence el próximo mes de agosto y los socialistas están cada vez más señalados. Mientras tanto están en shock y Simancas sigue mudo.

El golpe ha sido duro, pero no inesperado. Fuentes autonómicas de y antiguos dirigentes del PP y del PSOE han explicado a ESdiario que, desde hace años, todos sabían que la Púnica atendía más a una red de intereses local, extendida por todo el Sur de Madrid, que a una trama vinculada a la central de ningún partido.

Fuentes políticas intuyen que, a diferencia de otros casos, Púnica fue una red municipal "con muchos Ayuntamientos"

"Ni Aguirre ni Simancas son muy responsables de esto, habría que buscar más en las conexiones entre determinados promotores y los ayuntamientos. La sensación que daba era más de negocios locales repetidos en muchos municipios, de todos los colores políticos", reflexiona un buen conocedor de la política madrileña desde hace lustros.

En todo caso, el sumario de la Púnica es un laberinto de documentos, declaraciones y pruebas periciales de inciertas consecuencias, con un sinfin de protagonistas y de ámbitos de "actuación" que, presuntamente, se extendieron por toda la Comunidad de Madrid en hasta tres frentes: el urbanismo, las fiestas y, por último, los contratos públicos, en especial de carácter energético.

51 tomos

Solo en las diligencias previas se juntaron 51 tomos, marcados por una línea judicial: el principal cabecilla era Francisco Granados, que pasó de ser alcalde de Valdemoro a secretario general del PP madrileño y vicepresidente segundo de facto. Y su viejo socio y amigo David Marjaliza, hoy reconvertido en una especie de "arrepentido" crucial para llegar a la verdad.

Fuentes jurídicas apuntan a ESdiario la dificultad para alcanzar conclusiones del conjunto de la trama, una de las tres que, junto a la Gürtel y Lezo, más dañó la imagen del PP de la todopoderosa Esperanza Aguirre y que ahora puede hacer lo mismo con el PSOE.