Sale a la luz una información muy delicada que María Teresa Campos quiso ocultar

María Teresa Campos está disfrutando de la tranquilidad tras la que se montó al enrolarse Bigote Arrocet en Supervivientes. A esto hubo que sumarle el ictus que sufrió y del que ya está casi totalmente recuperada. Lo cierto es que las últimas imágenes que se han visto de ella mostraba un aspecto estupendo. Se la veía feliz, contenta y relajada con su novio del brazo. Y es que aunque algunos lo duden, están enamorados. El humorista tiene una situación económica desahogada. De hecho, si no trabaja más es porque no quiere, pues son bastantes los proyectos que le hacen llegar. Sin embargo, tras muchos años dedicado al trabajo, desea disfrutar.

A la presentadora no le hizo ninguna gracia que la revista Cuché publicara que tenía problemas con Hacienda. Debía cerca de un millón de euros. Que se hiciera público se lo tomó muy mal e incluso llegó a desmentirlo. Luego no le quedó más remedio que reconocerlo ante la obviedad. El director y la subdirectora de la cabecera rosa, Saúl Ortiz y Joana Morillas, asistían atónitos al espectáculo que sobre el asunto ofrecía la periodista a base de malas caras y cabreos en público. En privado la cosa era peor. Hasta echaba maldiciones la gran dama de la comunicación contra quienes se atrevieron a publicar semejante cosa.

Hace algún tiempo se conoció el fallo en el contencioso que la Campos mantenía con Hacienda. Ella pudo demostrar que no se desgravó cosas que no le correspondían y ganó. Sin embargo, esta victoria ha desempolvado un asunto que a ella le gustaría olvidar. Se trata de su paso por Antena 3. Allí se fue tras no conseguir que Vasile accediera a sus deseos. María Teresa lanzó un órdago creyendo que Paolo la detendría. Sin embargo, le dijo que ahí tenía la puerta.

Campos llegó a Antena 3 con el título de reina de las mañanas que se ganó a pulso en Telecinco. No pudo repetir la gesta y el programa fue un fracaso. Solo duró una temporada. Sin embargo, han sido los 365 días mejor pagados de su historia, a razón de tres millones de euros, más 30.000 por cada programa especial que la cadena le encargara. Se trata de una información que ha publicado Vanitatis, que ha tenido acceso al contrato que en su día firmó María Teresa. Según ha podido saber Eschismógrafo, la comunicadora está muy enfadada por lo revelado porque cree que van a empezar a criticarla tildándola de manirrota. Sin duda, estas cifras contrastan con los problemas económicos que la llevaron a vender su ático. También quería deshacerse del casoplón donde vive con Bigote y en el que tiene personal de servicio que se ocupa de que todo esté perfecto. Como puede comprobarse, a las Campos les gusta vivir a todo trapo. De ahí que, a veces, no tengan cash.