| 24 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El “fallo” del Tribunal Supremo

| Juan Carlos Galindo Edición Valencia

¡Escándalo escandalosamente escandaloso!, tremendo el fallo, más bien diría fallo garrafal. El pleno dividido de la sala tercera ha decidido, después de dos días de deliberaciones, que el impuesto hipotecario será pagado por los clientes y no por los bancos, como había decidido una de sus secciones hace dos semanas. Por 15 votos a 13, los jueces han desestimado los recursos de la EMV de Rivas y vuelven a la jurisprudencia anterior: paga el cliente, no el banco. Por primera vez, el Supremo revoca su propia doctrina tres semanas después de establecerla.

El resultado más ajustado posible y que muestra la oposición de buena parte de la sala a cambiar una jurisprudencia recién estrenada y que había sido fijada por la sección experta en impuestos. Al pleno no han asistido, además, por diversos motivos, tres de sus 31 miembros, lo que ha dejado la sensación entre muchos magistrados de que “el fallo”, aunque legítimo, es más controvertido si cabe por la exigua mayoría

El propio tribunal ha informado que las sentencias se darán a conocer los próximos días. En ellas, recupera el criterio vigente hasta el 16 de octubre, según el cual es el cliente quien se beneficia al inscribir la hipoteca en el Registro de la Propiedad y, por tanto, debe pagar la tasa.

Tras darse a conocer “el fallo”, la Moncloa ha comunicado que el Gobierno analizará la decisión del Supremo para fijar una posición en el Consejo de Ministros del próximo jueves.

Pero ¿quién es el beneficiado de este “fallo”? pues, por un lado, las Comunidades Autónomas, el gobierno del estado y los bancos, además en ese orden, les explico; si el fallo hubiera sido el esperado por todos, es decir, el cambio del pagador del IAJD (Impuesto actos jurídicos documentados) el banco por el cliente y con carácter retroactivo, que al ser un impuesto solo cabe que sea de 4 años, el que debería de devolver lo cobrado indebidamente sería las administraciones tributarias de las CCAA al cliente y ésta en cascada, reclamaría a los bancos. Unos 5000 millones de euros entre las 17 autonomías se preveía el agujero, que al no disponer de liquidez las CCAA recurrían al gobierno de España para poder pagarlas (ya salió el ministro de fomento el Sr Ábalos para comunicar que ayudarían a las CCAA), aquí tienen el trío de ases. ¿Escandaloso no? Un gobierno que tiene que velar por sus ciudadanos, qué narices hace ahora, ¿o es que solo se atreve con los enterrados hace 40 años?

Dicho lo cual, seria iluso pensar que nadie se ha puesto en contacto con cada uno de los 31 magistrados, pero no solo los bancos, si no del propio gobierno del estado, viendo lo que se le venía encima. Solo un dato, que ya cito en este artículo, 3 de los 31 magistrados no asistieron a la votación, a mí, me gustaría saber por qué.

La justicia que se aleja de la ciudadanía y deja de ser útil para la misma, deja de ser justicia para convertirse en herramienta torticera al servicio de los poderes fácticos y en su beneficio propio.

Por otro lado, este fallo garrafal del TSJ a 6 meses de las elecciones, allana sin lugar a duda la llegada de nuevos partidos políticos que tengan en el populismo su única ideología, aunque visto lo visto, se lo están poniendo muy fácil.

No puedo no citar a Joaquim Bosch que con gran acierto comentaba que “el pleno del TSJ no se reunió de urgencia cuando las sentencias favorecían a la banca” lo suscribo plenamente, así nos va.

Quiero recordarles que una de las comunidades autónomas más afectadas en el caso de que se hubiera procedido a la devolución de lo cobrado, seria la valenciana, ya que estamos en la horquilla máxima de pago del impuesto, serian unos 900 millones de euros, unidos estos, a los más de 2300 millones que tiene ficticios (sí, sí los tiene contabilizados pero no existen, es acojonante, háganlo ustedes en casa y verán verán, la risa de sus cónyuges) en el presupuesto el molt honorable… pues ustedes me dirán, a eso le llaman gestión del progreso…