| 16 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez aparta a Calvo de la negociación con Podemos por su fuerte carácter

La vicepresidenta no está teniendo un papel protagonista ni siquiera con su jefe a 10.000 kilómetros, en Japón. Su mala relación con Iván Redondo es la otra razón que encierra su exclusión.

| Laura Moro España

El PSOE y Unidas Podemos continúan dando vueltas en círculos concéntricos sin llegar a tocarse ni a tocar, ni de lejos, un acuerdo que permita desatascar la investidura. 

Con Pedro Sánchez de viaje en Japón para participar en el G-20, el secretario de Organización del PSOE y la portavoz en el Congreso han asumido las riendas de los contactos con Unidas Podemos a distintos niveles, aunque las posiciones están muy lejanas. 

Sin ir más lejos este jueves en el hemiciclo, minutos antes de que comenzara el homenaje a las víctimas de ETA, Adriana Lastra se acercó a Irene Montero y se sentó en su escaño contiguo para intentar hacer entrar en razón a la portavoz de Unidas Podemos

Ambas departieron amistosamente durante varios minutos a la vista de los fotógrafos, gesticulando de forma ostensible y sin llegar a ningún puerto. 

El acto de este jueves en el Congreso en homenaje a las víctimas de ETA.

 

Quien está completamente al margen de las negociaciones, aun con el líder socialista a más de 10.000 kilómetros, es Carmen Calvo. Sánchez ha preferido que su vicepresidenta no intervenga en las negociaciones dado su fuerte carácter y sus pocas dotes para la negociación, de sobra conocidos por sus amigos y enemigos políticos. 

De hecho en sus intervenciones públicas de los últimos días, la número dos del Ejecutivo no ha hecho sino azuzar a Unidas Podemos. Este mismo jueves señaló que durante el debate de investidura se verá la "responsabilidad" y a qué está cada uno.  

Ello se suma a la mala relación que Calvo mantiene con el jefe de Gabinete de Sánchez, Iván Redondo, el hacedor de estrategias, que goza de la absoluta confianza del presidente en funciones. También en estos momentos delicados para la investidura. Así que con la excusa de que alguien tiene que encargarse del Gobierno, la vicepresidenta ha sido totalmente arrinconada. 

Persuadido por Redondo, Sánchez se ha dado cuenta de que la estrategia del palo a Iglesias únicamente puede funcionar si se combina con la zanahoria. De hecho en las últimas horas La Moncloa y el PSOE han dado marcha atrás en sus amenazas a Unidas Podemos de que, o hay investidura en julio o Sánchez convocará elecciones sin hacer un segundo intento en septiembre. 

Fuentes monclovitas y socialistas se han apresurado a difundir el mensaje de que seguirán negociando hasta la extenuación. El culebrón del verano continúa.