González fulmina a Pedro Sánchez con el Leninismo 3.0 de Podemos

Felipe González dio el primer aviso al líder socialista, Pedro Sánchez, ante los embajadores en Bruselas para responder a lo que la vieja guardia del PSOE pedía a gritos: una intervención. A dos días del Comité Federal que los socialistas celebrarán el próximo sábado, el expresidente le deja claro a Sánchez en una entrevista para El País la postura que a su juicio debería adoptar el partido. Una auténtico mazazo para los intereses del actual secretario general que tendrá que desafiar a cara descubierta los principios socialistas si finalmente pacta con Podemos y ocupa la Presidencia. 

González alertó a los suyos de los intereses que subyacen bajo el ideario de Podemos: "liquidar el marco democrático de convivencia y, de paso, a los socialistas". Un juego muy peligroso si se combina con la lectura errónea de los resultados electorales que reconoce en su partido. El expresidente afirma que las urnas no han dibujado una "mayoría progresista y reformista" como pretende hacer creer erróneamente "el eje de izquierdas". 

"Ni el PP ni el PSOE deberían impedir que el otro gobierne. No tendrían que negar la posibilidad de un Gobierno si no pueden hacerlo ellos", fue el recado que el mandó a Ferraz para que no sigan jugando a "impedir que gobierne otro aunque no pueda gobernar. Eso no conduce a nada". 

Con su planteamiento González pide a Sánchez que permita seguir gobernando a Mariano Rajoy con el apoyo de Ciudadanos en una legislatura corta que no contará con los votos de los socialistas pero que desbloqueará la situación. Rechaza el pacto a tres bandas porque "la respuesta de una gran coalición del PSOE, PP y Ciudadanos nace de un fracaso y no se plantea la gobernanza de España a medio plazo". 

Aún no descarta el peso pesado socialista que Pedro Sánchez pueda llegar a la Moncloa a base de aritmética aunque avisa de que los socios en el Parlamento "son puro leninismo 3.0". González considera que el partido de Pablo Iglesias inspira una "política liquidacionista" de España a costa de ocupar sillones en el poder. 

González acusa a los de Pablo Iglesias de actuar "desde posiciones parecidas a las de sus aliados en Venezuela, pero lo ocultan de manera oportunista". Calificó a los dirigentes de Podemos de tener un "comportamiento arrogante" a tenor del pacto de Gobierno que le ofrecieron a los socialistas y que el propio Eduardo Madina lo calificó de "humillación". 

La entrevista de Felipe González es el último golpe contra la línea de flotación que mantenía Sánchez hasta la fecha. Susana Díaz, Alfredo Pérez Rubalcaba, Alfonso Guerra y el resto de líderes regionales no se lo pueden decir más claro a Sánchez. Quizás si más alto en la próxima reunión federal.