La isla de Ré: el paraíso en el que se hospeda la Selección Española de Fútbol

En Francia se conoce como el destino más chic de la temporada porque hasta esta isla del atlántico francés de desplaza cada verano lo más granado de la sociedad parisina para disfrutar de sus vacaciones. 

La isla de Ré se sitúa a medio camino entre Nantes y Burdeos y justo enfrente de la Rochelle, a la que se conecta gracias a un impresionante puente de casi 3 kilómetros de largo que da acceso a la isla. Para llegar desde España hasta este lugar paradisíaco de playas de arena blanca y pueblos pintorescos lo mejor es que imites a los chicos de Vicente de Bosque y vueles hasta el aeropuerto de La Rochelle para después cruzar en coche, en taxi, en autobús o incluso en moto la imponente pasarela previo pago del peaje. Otra opción es que cojas un tren desde París que te lleve directo a la isla, el trayecto es de unas tres horas. 

Una vez allí no tendrás problemas para desplazarte desde el hotel hasta las playas arenosas que cubren los 30 kilómetros de largo por los 5 kilómetros de ancho que ocupa la isla, podrás hacerlo en barco o bicicleta como la mayoría de los habitantes que viven allí todo el año. 

La vida en los meses de verano se parece mucho a la que podemos encontrar en otros destinos de lujo de la costa española como Puerto Banús en Marbella, Málaga. Los visitantes combinan largas jornadas en la playa y la práctica de deportes como el surf o el windsurf con excursiones culturales a las Fortificaciones de Vauban, a la Abadía des Châteliers y al Fuerte de La Prée, con cenas en los puertos de Saint-Martin o La Flotte  y con paseos al atardecer entre tiendas de artesanos y boutiques de marcas exclusivas. 

Entre la amplia oferta de alojamientos, destaca el hotel Atalante Relais Thalasso, el espacio elegido por la Federación española para alojar a nuestros futbolistas. Rodeado de dunas de arena fina, bateas de ostras y con vistas a los pescadores de quisquillas, uno de los manjares de la zona, sus amplias terrazas permiten el paso a la brisa del Atlántico para que refresque las estancias. 

El restaurante del hotel, a cargo del chef Arnaud Thiry, con dos tenedores Michelin, es uno de los más concurridos de la zona por el especial protagonismo que le otorga a los pescados frescos de la lonja y las verduras que compra a los pequeños productores de la isla. 

Un lugar imprescindible al que hay que acudir sí o sí antes de que el turismo masivo nos haga pensar que es demasiado tarde.