| 12 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El portavoz de Más Madrid, junto a su mensaje animando a jugar al FIFA
El portavoz de Más Madrid, junto a su mensaje animando a jugar al FIFA

Así acosa la izquierda: el diputado que jugaba al FIFA mientras atacaba a Ayuso

La diputada madrileña del PP narra, con documentos, cómo el portavoz del partido de Errejón desató un ataque por sorprenderle en una sonrojante ocupación en plena pandemia.

| Almudena Negro (^) Opinión

 

 

Como llevan horas dándome la murga, he decidido contarlo. Y es que los periodistas no podemos evitar contar historias. Con mayor o menor fortuna. Les cuento la del acoso que estoy sufriendo estos días, en que España llora a sus muertos, por parte de la izquierda política y mediática. Eso sí, vaya por delante que me importa un colín. Pero que se sepa.

El pasado 2 de abril hacia mediodía andaba yo mirando las historias de diferentes políticos en Instagram. Y una de ellas llamó mi atención: la del portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Pablo Gómez Perpinyà, llamando a jugar esa noche al FIFA en la Playstation. Algo que en tiempos normales no tendría mayor importancia.

Sin embargo, justo a esas mismas horas, esta persona estaba acusando a Isabel Díaz Ayuso de haber “perdido aviones”. En Barajas, mientras tanto, aterrizaba el primer vuelo de Qatar Airways con 58 toneladas de ayuda para los muy necesitados hospitales de Madrid.

 

Así pues, la cosa estaba clara: mientras el Gobierno de Madrid, al cual dicho portavoz ha criticado por todo lo hecho, pelea para salvar vidas, a Pablo le preocupa jugar a la Play. Y me pregunté, ¿mientras el gobierno buscaba mascarillas FPP2 y FPP3 y respiradores para las UCI, y la gente donaba lo que puede en una cuenta, a qué se dedica el portavoz de Más Madrid? A jugar al FIFA.

Los hechos hora a hora

El 3 de abril, a las 15:23 publiqué en mi cuenta personal un tuit en el que criticaba la frivolidad del personaje. Pero confundí la nuca de la persona que aparecía en la imagen con otra. Nada raro. Por un lado, a Gómez Perpinyà apenas se le conoce, por otro, pues no conocía al futbolista, qué le vamos a hacer. Algo que, en realidad, no desvirtúa la historia. Porque lo importante  es lo que subyace en tanta frivolidad.

A las 16:17 Gómez Perpinyà me acusó de “difundir bulos”. Inmediatamente fueron centenares las personas que saltaron sobre mí llamándome de todo. Y cuando digo de todo, es de todo. Así que, cuando ya estaba harta, publiqué una rectificación. Porque la realidad es que el político llamaba a quedar a jugar al FIFA, se pongan como se pongan.

 

Pablo Gómez, del partido de Errejón, junto al pantallazo en el que él personalmente animaba a jugar a la Play Station mientras denunciaba a la Comunidad de Madrid

 

En realidad, lo que demuestra con esa historia en Instagram es que no le importa la crisis del coronavirus, sino hacer daño al Gobierno. No ha tenido ni un momento para escribir un tuit felicitándose porque ha llegado un avión con material sanitario para salvar vidas. Eso no les importa a los diputados de Más Madrid, no les interesan los madrileños.

A Gómez Perpinya le interesa más jugar al FIFA con la Play, que animar a sus conciudadanos. Le falta madurez política y sentido de responsabilidad del cargo que ostenta, como ha demostrado.

Los insultos se multiplicaron. Muchos de ellos de esos que Irene Montero llamaría de machirulos. Intervino también el insignificante medio digital vinculado al PSOE, “El Plural”, que tiene menos lectores que MI.com (Comscore, febrero de 2020) y que sobrevive por tener como directora a Angélica Rubio, directora general de Coordinación Informativa de La Moncloa en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero.

 

 

Casualidades de la vida, el día anterior había debatido con su redactor jefe, un tal Marcos Paradinas, precisamente por su falta de audiencia. Llevaban días publicando, para que se hagan idea del rigor, que a la Comunidad de Madrid la habrían estafado y que por eso no llegaban los aviones.

Curiosamente el redactor jefe no defendió la noticia, sino que le molestó que dijera que su medio lo leen cuatro gatos. Menuda ética periodística. Durante años he trabajado como periodista y nunca me he dejado llevar por mis filias o fobias personales.

El propagandista Antonio Maestre no tardó en entrar en el juego, para calificarme, de “tonta”. Ya saben, las mujeres del PP para estos machirulos de la izquierda siempre somos tontitas.

 

 

Pero la traca final la pusieron desde El Plural sus colaboradores más chapuzas, publicando mi nómina del pasado mes de octubre en la Asamblea. Un dato que es público, pero que ellos utilizaron para intentar denigrarme.

Podrán comprobar que eligieron el mes en que más he cobrado de todos.  Un acoso en toda regla. Pero, como les he dicho al principio, a mí me importa un colín. No tengo nada que esconder y, desde luego, no me voy a callar ante la izquierda irresponsable.