| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El voto femenino, la baza que Sánchez quiere jugar fuerte
El voto femenino, la baza que Sánchez quiere jugar fuerte

Sánchez lo fía todo a las mujeres

A falta de otros reclamos a mano, el presidente apostará fuerte por la captación del voto femenino, explotando debates como el abierto por Vox sobre la violencia de género.

| Antonio Martín Beaumont Opinión

 

Los estudios realizados mediante el cruce de encuestas propias y ajenas han dado a Pedro Sánchez pistas para “cazar” más apoyo electoral: el voto femenino. Según estos cálculos, los socialistas (al igual que el PP, por cierto) han venido acusando fuertes caídas en este segmento de la población, pese a haber sido tradicionalmente -al menos, eso afirman- “abanderados” de la igualdad.

Por eso los asesores del presidente le aconsejan ahondar en debates como el abierto por VOX con la ley de Violencia de Género. Si fuera necesario, Sánchez no va a dudar en lanzar al estrellato mediático a Santiago Abascal, siempre que eso le favorezca electoralmente. De hecho, desde Ferraz se reavivan en estos días las relaciones con asociaciones feministas, en busca de una movilización que alerte de los riesgos que, dicen, suponen los mensajes de Abascal para los derechos de las mujeres. Ya se anuncian manifestaciones para estos primeros meses del año, empezando por Andalucía, con las municipales, autonómicas y europeas de mayo como fondo.

 

Cita con las urnas ante la cual la impresión más extendida, incluso en el mismo cuartel general socialista, es que tienen más que perder que ganar. La irrupción de VOX ha puesto patas arriba el tablero político. Difícilmente le salen las cuentas a ningún partido. Todos andan reseteándose.

De ahí este nuevo giro del PSOE, casi a la desesperada. Se busca plantar batalla en un terreno, el del “género”, que dio réditos a José Luis Rodríguez Zapatero. En 2008, rememoran personas cercanas al líder socialista, de sus más de 11 millones de votos, seis fueron mujeres. Ahí radicó la diferencia que sacó a Mariano Rajoy.

 

Ahora, salvando todas las distancias, y con el bipartidismo haciendo aguas, el PSOE y, por extensión el Gobierno, pretende ahondar paulatinamente en el etiquetado de “machista” no sólo para VOX, sino también para el PP. Es la fórmula elegida para, en un escenario político tan abierto y nuevo, movilizar al electorado de izquierdas.

Sin duda, debe ser de las últimas armas que quedan todavía en el zurrón de Sánchez después de tocar casi todos los palos para seguir enganchado al Palacio de La Moncloa. Y eso que 2019 no ha hecho más que amanecer.