| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Los ministros Illa y Darias junto a la número dos del CCAES.
Los ministros Illa y Darias junto a la número dos del CCAES.

España a la cola de Europa: solo ha vacunado a una población como Torrevieja

Únicamente se han administrado 82.834 dosis, el 11,5% de las repartidas entre las comunidades. Y, además, con grandes diferencias entre ellas. El ministro resta importancia a los datos.

| Ana Isabel Martín España

El día de Año Nuevo, el secretario de Estado de Salud de Boris Johnson, Matt Hancock, anunció con orgullo que el Gobierno del Reino Unido ya había vacunado a más de un millón de británicos y que incluso a partir de este lunes iba a pisar el acelerador. 

Este 4 de enero, y después de cuatro días de apagón informativo para empezar el año, Salvador Illa volvió a enfundarse el traje de ministro de Sanidad para dar los primeros datos de la campaña de vacunación en España.

Con las 718.575 dosis del antídoto de Pfizer que ha distribuido el Gobierno entre las comunidades, solo se ha vacunado a 82.834 personas en toda España (se han puesto el 11,5% de las dosis recibidas). Que es el equivalente a una población como la de Torrevieja o la de Pontevedra. Ni más, ni menos. Ello después de, supuestamente, nueve días de actividad. 

 

Y todavía Illa restó importancia a la pequeña cifra, con el argumento de que estamos en unos "días especiales" y que "hay que coger ritmo". "Velocidad de crucero", lo llamó. "No tenemos ninguna inquietud porque haya que aumentar el ritmo", insistió al término del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Y remachó que la última partida, de 350.000 vacunas, llegó este mismo lunes, así que tiempo al tiempo. 

Pero lo cierto es que Pedro Sánchez y su Gobierno prometieron una estrategia de vacunación única y a la cabeza de la UE y de momento España ya se sitúa a la cola de Europa en porcentaje de población a la que se ha suministrado la primera dosis. La tasa de vacunación española por cada 100 habitantes es del 0,18%.

Son datos de la Universidad de Oxford a través de Our World in Data, uno de los medidores de referencia de la comunidad científica durante la pandemia. 

Encabeza la lista Israel, donde el 14,4% de los algo menos de nueve millones de habitantes ha recibido ya una primera dosis. Dentro de la UE, lidera la clasificación Dinamarca, con una tasa del 0,81%. También están por delante de España Alemania (0,32%), Portugal (0,31%), Italia (0,2%), Croacia (0,19%), Luxemburgo (0,19%)...

Francia apenas ha suministrado datos todavía pero su vacunación es mínima, y en Holanda la campaña no empieza hasta el viernes 8 de enero. 

Los datos suministrados por la Universidad de Oxford actualizados este lunes. 

 

Pero es que no hay que ir lejos para encontrar diferencias, porque en estos primeros días de vacunación ha empezado a vislumbrarse, también en esto, una España a dos velocidades. Teniendo en cuenta que ninguna comunidad tiene cifras de las que presumir.

"No se trata de establecer ranking ni competición, todas las comunidades están haciendo un esfuerzo", señaló el titular de Sanidad. 

Las cifras de vacunación por comunidades que dio este lunes el Ministerio.

 

Canarias ha puesto el 52,5% de las dosis que ha recibido, Asturias el 39,55, Ceuta el 37,8% y Galicia el 24,3%. Llama la atención que dos de las regiones que encabezan la campaña tengan el hándicap añadido de la dispersión de su población. Muy envejecida además. 

Por contra, en el final de la tabla se encuentran el País Vasco, que solo ha suministrado el 1,3% de las vacunas que le han llegado; Murcia y Baleares con el 1,7%; Cantabria con el 2,6%; y Madrid y Extremadura con el 3,2% de las dosis suministradas.

Las comunidades dicen no fiarse de que las vacunas sigan llegando según lo prometido (en teoría, 350.000 dosis cada semana, hasta llegar a 4,5 millones en el primer trimestre) y prefieren ser hormigas y guardar para poder poner la segunda dosis en tiempo y forma a los ya vacunados. 

Según el ministro, no tienen nada que temer. No obstante, no puede ser ése el único motivo del lento inicio de la campaña en España, que coincide con el inicio de la tercera ola.