Rajoy baja los humos a Sánchez por despreciar a los votantes del PP

Tantas veces como se ha negado Pedro Sánchez a ver a Mariano Rajoy, a cogerle el teléfono siquiera desde que se reunieron por última vez en La Moncloa el 23 de diciembre, y ahora le entran las prisas.

El líder del PSOE, metido en su papel de presidenciable hasta el punto de decir que una "ola de ilusión" recorre España desde que Felipe VI le propuso para la investidura, está indignado con lo que a su juicio es un desaire del presidente en funciones. Precisamente él que ha menospreciado sistemáticamente al PP situando a un partido con más de 7,2 millones de votantes en la misma línea roja que Bildu. Ni siquiera le ha enviado el documento Programa para un Gobierno progresista y reformista, que ha remitido al resto de formaciones como punto de partida para una negociación.

Sánchez le propuso a Rajoy verse en el Congreso este miércoles dentro de la ronda de contactos que inició el miércoles pasado para conseguir apoyos a su investidura y habiéndose reunido ya con todos, salvo los independentistas catalanes y vascos.

El líder del PP le dijo que sí, pero con condiciones. Rajoy quiere reunirse el jueves con Albert Rivera, que es con quien realmente tiene sintonía, y a mayores el miércoles preside la reunión del Grupo Parlamentario Popular en el Senado. De forma que le propuso al socialista otra fecha entre jueves y domingo.

Ni Sánchez ni el PSOE se han tomado bien que el presidente en funciones intente cambiarles el paso. "Sorprende que el señor Rajoy se apresure a organizar una reunión con el partido de Ciudadanos antes de atender la invitación de quien tiene el mandato constitucional de formar gobierno", según Ferraz. 

El PP, por su parte, cree que los socialistas no tienen de qué quejarse después de que durante semanas Sánchez rechazara cualquier interlocución "sistemáticamente". 

Finalmente, el encuentro entre ambos será el viernes a las cinco de la tarde en el Congreso.