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El día que Eisenhower planeó bombardear España

En 1942, y dentro de los planes de la Operación Torch, el entonces Jefe de las Fuerzas Aliadas firmó la orden de atacar bases en España si ésta interfería en el desembarco de sus tropas

| Juanjo Crespo * Edición Valencia

El 8 de noviembre de 1942 una fuerza anglo-estadounidense de más de 70.000 soldados desembarcaba en el norte de África en la llamada Operación Torch.
El objetivo era dar un golpe de mano, rápido, para hacer ver a los soldados allí atrincherados –franceses y nativos africanos- de lo inútil que era seguir luchando junto a la Alemania nazi. La clave del éxito era facilitar la rendición de las distintas guarniciones sin apenas luchar, simplemente haciéndoles ver que los verdaderos enemigos de Francia y sus colonias no eran los aliados.


Para ello, la fuerza se embarcó en 600 buques, divididos en tres “agrupaciones de combate”. La primera tomaría Casablanca, en Marruecos, y las otras dos Orán y Argel, en Argelia. El general Eisenhower en persona, jefe de las fuerzas aliadas, estaba a cargo del diseño del plan.
Se decidió que horas antes del desembarco, aviones aliados lanzaran panfletos en las costas para explicar a los defensores cómo rendirse sin pegar un tiro. Mediante unos códigos de banderas por el día, y de luces por la noche, Eisenhower consiguió que la gran mayoría de las tropas del régimen de Vichy que defendían el norte de África se entregaran sin luchar.


Ésa era la parte fácil -o al menos la más previsible- pero había otro ejército muy numeroso en la zona que no se sabía cómo iba a reaccionar al desembarco: las tropas españolas en su protectorado de Marruecos.
Las informaciones que le llegaban a Eisenhower apuntaban a que los españoles no darían la batalla mientras los aliados no entraran en su territorio. Sin embargo, el general no estaba tranquilo. No podía permitirse el lujo de seguir su avance en el norte de África mientras dos de sus agrupaciones de combate (la de Casablanca y la de Orán) estaban separadas por un ejército español impredecible y que ya tenía una División de voluntarios luchando con el Eje en el frente de Rusia.
El 4 de septiembre de 1942, un par de meses antes del desembarco, Eisenhower tomó una drástica decisión que firmó en un plan secreto desclasificado por el gobierno de los EEUU en noviembre de 2016.


Las fuerzas estadounidenses tendrían reservadas hasta dos divisiones acorazadas por si eran atacadas por las tropas españolas, y además, estarían previstas “acciones aéreas” contra distintas bases militares españolas, no sólo en el protectorado marroquí, sino en la península española.
El general Eisenhower tenía el pálpito -y alguna información- de que el general Franco no lanzaría sus tropas contra las fuerzas desembarcadas, pero no se fiaba del clima político en España ni descartaba que algún otro general español quisiera hacer la guerra por su cuenta (nunca mejor dicho).
El final de la historia ya es conocido. La Operación Torch fue un éxito y los legionarios españoles y fuerzas indígenas del protectorado español en Marruecos no salieron de sus cuarteles para luchar. Tampoco despegaron, por lo tanto, los aviones norteamericanos cuya misión era atacar desde el aire a las bases españolas.
Apenas 17 años después de que Eisenhower firmara la orden de que “en caso de agresión española” se atacaran sus bases, en una de éstas –en la de Torrejón de Ardoz- se encontraban los dos generales, ahora como dirigentes de dos países aliados.
Franco seguramente jamás supo que Eisenhower había firmado atacar esa base si fuera necesario. Y el presidente de los EEUU… ¿se acordaba él de aquel plan?
¿Qué más da? Lo único que recogen las crónicas es que, a pesar del frío de aquel 21 de diciembre de 1959, por fin se rompió el hielo entre los gobiernos de EEUU y de España.
Quizás 17 años antes esos mismos generales estuvieron a punto de luchar uno contra otro. Sí, es posible, pero 17 años en política son una eternidad.
Y una semana también, que diría alguno.

 

*Experto en Seguridad y Geoestrategia.