| 10 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Soria, en un acto electoral del PP
Soria, en un acto electoral del PP

Touché: Panamá hace peligrar el puesto de Soria en las nuevas listas del PP

El ministro sigue contando con la confianza de Rajoy, que le cree. No obstante su comparecencia del lunes en el Congreso, que no todos en el partido ven con buenos ojos, será la prueba.

| Javier Ruiz de Vergara España

Amortizado. Aunque Mariano Rajoy cree su versión a pies juntillas, un sector del Gobierno y del PP dan por amortizada la carrera política del ministro de Industria en funciones, José Manuel Soria, tras su aparición en los papeles de Panamá. En principio, y salvo que la comparecencia que tiene prevista el martes en el Congreso saliera muy mal, se descarta su dimisión, dada la fase agónica en la que se encuentra la legislatura.

No obstante lo que está en juego ahora es su presencia en la cabeza de la lista electoral ante la inminente nueva convocatoria electoral.  En los pasados comicios del 20 de diciembre, Soria fue indiscutido número uno en la lista del PP por Las Palmas y el partido logró tres escaños, el de Soria y los de los diputados Matilde Asín y Guillermo Mariscal.

Si hay nuevas elecciones el 26 de junio, tal como se prevé tras la tercera ronda de contactos convocada por el Rey Felipe VI los próximos días 25 y 26, Génova apuesta por la continuidad de todos sus candidatos del 20-D. Sí prescindirá de su número dos por Segovia, Pedro Gómez de la Serna, hoy en el Grupo Mixto. Pese a los requerimientos de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, De la Serna se negó a abandonar su acta de diputado cuando se destapó su vinculación con un caso de comisiones por asesorar a diversas empresas en el exterior. 

Pero el caso de Soria es bien distinto. Es uno de los pocos ministros, junto con el titular de Exteriores, José Manuel García Margallo, amigo personal del presidente del Gobierno. Con Rajoy, Soria ha compartido confidencias y vacaciones en Canarias. Sin embargo, y a pesar de que cuenta con el respaldo indiscutible del presidente, en La Moncloa no han tardado en surgir las críticas sobre la gestión que el ministro ha hecho de esta crisis. Máxime teniendo en cuenta que desde hacía varios días se venía rumoreando la presencia de un ministro en los llamados papeles de Panamá. Pese al intento de control de daños, Soria no reveló a la vicepresidenta su implicación en el caso, que salto a la luz pública este lunes. 

Para sorpresa de algunos dirigentes del PP, éste eligió Lanzarote para ofrecer sus primeras explicaciones sobre el caso, en las que lo negó todo pero aclaró muy poco atribuyendo su presencia en Panamá a "un error". Acto seguido, el ministro se negó enfáticamente a comparecer en el Congreso acogiéndose al argumentario de que el Gobierno está en funciones y no debe ser controlado por este nuevo Congreso.

Sin embargo, las nuevas revelaciones sobre su presencia también en una empresa con sede en Bahamas y en el registro mercantil de Londres obligaron al titular de Industria a improvisar una nueva rueda de prensa en el Congreso en la noche de este martes. Nuevas contradicciones, pocos datos y una rectificación: ahora si comparecerá en el Congreso el martes. Todo esto tras una acalorada conversación que, según pudo constatar ESdiario, se produjo en los pasillos de la Cámara entre Soria, Cospedal y el jefe del gabinete del presidente, Jorge Moragas. Soria defendía su decisión de comparecer en sede parlamentaria, pero sus interlocutores no terminaban de verlo claro por los riesgos.

Moncloa y Génova reprochan a Soria haber gestionado este asunto de forma personal, tan sólo con su abogado y su equipo de comunicación, cuyo titular es canario y lleva pocos meses en Madrid.  También le afean el no haber dado explicaciones convincentes para encapsular el presunto escándalo  que golpea al Gobierno y al presidente en vísperas de una casi segura nueva campaña electoral. Soria, con este lastre, no podría repetir como candidato y él lo sabe. Este próximo lunes le espera una Comisión de Industria en el que le aguardan durísimas acusaciones del PSOE, Ciudadanos, Podemos y el resto de los grupos. Y el PP carece hoy de un argumentario sólido para su defensa. Sólo Rajoy podría imponer su presencia en la candidatura.