| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El pregón del World Pride, esta semana en Madrid
El pregón del World Pride, esta semana en Madrid

Una fiesta mutitudinaria, una crítica desde dentro

La 'Olimpiada Gay' tiene voces críticas desde dentro: la plataforma Orgullo Crítico arrambla contra el World Pride: "el dinero y el ocio se venden como referentes de nuestra liberación".

| Rafa Rodríguez Opinión

No todo el mundo está de acuerdo con cómo reinvidica la igualdad entre todas las opciones sexuales el 'Orgullo Gay' que, bajo la marca 'World Pride', se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas con un impacto económico formidable: entre 200 y 300 millones de euros se dejarán los dos millones y medio de visitantes y curiosos que, se calcula, se dejarán caer por la capital para disfrutar de la 'Olimpiada' homosexual, un auténtico festín turístico que durante diez días colapsa hoteles y establecimientos de ocio de todo tipo.

El World Pride mueve cifras de mareo: hasta 300 millones de ingresos y 2.5 millones de visitantes

Y es precisamente eso lo que molesta a 'Orgullo Crítico', una plataforma que dice lo que nadie, fuera de ese ámbito, se atrevería probablemente a decir, siquiera a modo de reflexión, por temor a la respuesta. Pero ellos tienen la autoridad de quienes, desde dentro, comparten los fines pero discuten los medios. Su manifiesto no puede ser más contundente al respecto y este pasado 28J, designado Día Mundial del Orgullo, lo demostraron con la difusión de un manifiesto y una concentración crítica en Madrid:

"El 28J sigue siendo un día de denuncia, reivindicación y lucha de todas aquellas disidencias de género, sexuales, afectivas y relacionales, seguimos trabajando por un orgullo inclusivo, no mercantilizado, ni mercantilizable, ni consumible. Gritamos para denunciar la utilización capitalista y heteropatriarcal de nuestras disidencias, y cuestionamos un modelo como el de Chueca, donde el dinero y el ocio se venden como referentes de nuestra liberación".

Contrastes

Su respuesta no queda ahí, sino que va más lejos incluso y llega a arramblar contra el sentido festivo del World Pride en contraste con el sufrimiento de otros colectivos a los que el movimiento LGTBI no debería ser insensible en estos días: "Mientras que el orgullo oficial nos propone “viva la vida”, las personas migrantes mueren en el Mediterráneo, y otras son deshauciadas, pierden su empleo o son represaliadas por luchar".

 

Pese a las quejas de una parte del movimiento LGTBI, las manifestaciones oficiales del World Pride tienen cientos de miles de participantes que combinan el ocio con la reivindicación

 

En el periódico Cuarto Poder, la plataforma va aún más lejos a la hora de definir su posición crítica hacia este Orgullo: "El evento es cada vez 'más elitista' y destinado a hombres gais blancos, musculados, homonormativos y con pasta para pagar fortunas en sus fiestas, bares y barras que muchas veces usurpan el espacio público".

La sociedad y las instituciones se han volcado con el World Pride, cita mundial en Madrid

¿Mercantilismo?

E incluso son provocadores a la hora de resumir con punzantes comparaciones su rechazo al World Pride, tal y como resumen en eslóganes constantes en las redes sociales, siempre bajo el lema 'Disidencia es resistencia':  "¿Te imaginas que el 1 de mayo estuviera patrocinado por Zara o Coca-Cola?" o "¿Te imaginas que el día de la mujer estuviera patrocinado por Evax, L'Óreal o Fairy?", preguntan para denunciar lo que han venido a denominar el "capitalismo rosa".

Para ellos, inspirados más en la famosa revuelta de Stonewall que a finales de los 60 catalizó las primeras protestas en Estados Unidos o en figuras como el activista político Harvey Milk, asesinado por ondear la bandera de la igualdad gay, el World Pride es, en fin, una manera de trivializar una causa que en España está normalizada, al menos a efectos legales, pero que genera represalias, cárcel e incluso penas de muerte en alrededor de 70 países de todo el mundo.

Un impacto enorme

Pero lo cierto es que, frente a ese discurso estrictamente activista, al menos en público prevalece la imagen festiva del World Pride, con sus mareantes cifras: 3 de cada 4 visitantes proceden del extranjero, consumen no menos de 120 euros al día según las estimaciones de distintas federaciones comerciales y han llenado, aparte de las plazas hoteleres, hasta 100.000 plazas en 'apartamentos turísticos' a precio de oro.

No en vano las instituciones se han volcado en el 'World Pride 2017', conscientes de la reversión económica y en imagen que tiene: entre el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad, gobernadas por partidos de distinto color pero idénticos en su defensa del evento y de los valores que encarna, se ha hecho un gasto directo de unos cinco milones de euros.

40 años de manifestaciones

Sin contar con el coste indirecto que tiene la seguridad, las retransmisiones televisivas, las emergencias o los servicios sanitarios y de limpieza. Nada que no tenga por contrapartida asegurada un río de ingresos comerciales entre orgullosas banderas arco iris. Y es que, como dice el lema, ames a quien ames, "Madrid te quiere". Y ya son 40 años de manifestaciones en España, desde aquella pionera en Barcelona a la que apenas acudieron unos miles de personas. Hoy ya se cuentan por millones.