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Chicote sufre arcadas y casi vomita en directo por comida en pésimo estado
El chef visitó en la nueva entrega de "Pesadilla en la cocina" un restaurante que le produjo muchas arcadas. Tras comer un pescado conservado en malas condiciones, Chicote estalló.
Alberto Chicote se trasladó con el programa Pesadilla en la cocina a la localidad madrileña de Aranjuez para intentar salvar El Rusiñol, un restaurante en el que predominaba el caos. La cocina del local era un auténtico desastre, la comida estaba en mal estado y los cocineros, padre e hijo, estaban enfrentados por ver cómo su negocio estaba "anclado en el tiempo", tal y como aseguró Chicote.
La falta de compromiso entre padre e hijo había hecho que el restaurante cada vez fuera a peor. "Me extraña que no hayan venido los del pueblo con hachas y palos", dijo el prestigioso chef al ver el panorama que había en el local. "Te metes aquí y parece el rincón de la cueva de un trol", aseguró Chicote al ver el estado en el que se encontraba la cocina.
Sin embargo, el momento de mayor tensión se produjo cuando el chef se percató de que le habían servido un pescado en mal estado. El producto estaba metido en hielo, mal conservado y pasado de fecha. "Espera que recupere el habla. ¡Hostia, que yo he comido de aquí!", dijo Chicote. "Esto hace 50 años era una asquerosidad y ahora lo sigue siendo", criticó.
Si al mal estado del pescado le sumas que @albertochicote lo ha comido hace unos minutos, es normal que el chef se ponga de todos los colores #PesadillaRusiñol https://t.co/zhxEliuxlz pic.twitter.com/c2HeVH3rwQ
— pesadillaenlacocina (@pesadillacocina) January 23, 2020
Una situación que provocó las arcadas del chef, que continuó aún más cabreado echándoles la bronca a los dueños del restaurante. "¿Alguien me puede decir por qué me he comido yo esta mierda? No me jodas. Vosotros no os lo habéis comido, pero yo sí. Estoy pensando que tengo esto dando vueltas por la tripita ahora", dijo muy indignado.
Asimismo, el aceite estaba en malas condiciones, las sartenes estaban extremadamente sucias y los bichos correteaban por el local, el cual parecía "el museo del terror". Sea como fuere, el programa de La Sexta se anotó un buen 6,9% de cuota de pantalla, reuniendo a 1.095.000 espectadores.
