Hevia: 54 años marcando la diferencia en la hostelería de calidad

Acudir a comer a Hevia siempre es una gran satisfacción, un seguro de que uno comerá muy bien, atendido espectacularmente, producto de primera y con ese confort de casa bien que algunos saben dar. Llegada ésta primavera tardía se apresta a hacer las delicias de sus clientes madrileños y bienvenidos foráneos

Hevia, una saga gastronómica familiar con gran pasado, apasionante presente y vibrante futuro, acaba de presentar su nueva carta de platos y pinchos, donde una vez más nos sorprenden con novedades muy actuales mientras se mantienen sus especialidades más tradicionales que le han encumbrado durante años, pensada para amantes del buen comer y beber, dónde sentirse a gusto en el Madrid más elegante. Una sugerente oferta en la que el producto se ve y sabe a lo que es, basada en las raíces de la cocina española con cierta influencia francesa y notas modernas acordes a las nuevas tendencias y gustos gastronómicos de su cosmopolita clientela.

El aperitivo más castizo y sibarita del tradicional barrio de Salamanca. Hevia siempre ha estado, desde hace decenios, entre los lugares preferidos por el madrileño elegante que aperitivea y alterna tanto en la zona del bar como en la confortable terraza en pleno Serrano, donde son célebres los pinchos de ensaladilla de ahumados y rusa, de jamón ibérico, ostras gallegas, tigres, tortillita de patata con o sin cebolla, flamenquines, sus notables callos y quesos internacionales.

En el comedor el producto es el rey, donde una solvente cocina basada en materias primas de altísimo nivel como las verduras de huertas del Ebro (espárragos navarros, guisante de lágrima, etc.) los pescados salvajes (cocochas de merluza, lenguado, etc) y una exigente selección de carnes rojas ( lomo de rubia gallega, steak tartar, etc...) también recetas singulares e históricas de Hevia como el tronco de bonito escabechado en salsa de perdiz, las patatas con foie y trufa negra sobre salsa de hongos, los sesitos de lechal rebozados con salsa de alcaparra, el revuelto de tuétano con trufa, la tortilla con callos o las ancas de rana al ajillo o rebozadas.

La coctelería de HEVIA marca la diferencia desde hace 54 años que se vienen elaborando los Dry Martini y Manhatan para el Madrid más distinguido. Unas mesas de picoteo dan paso a un pequeño y confortable comedor. Comer, cenar o tomar un buen gintonic en Hevia, es como viajar al Madrid del último medio siglo, donde platos, copas y cigarros hicieron historia, pero con la sensación real de una oferta fresca y exquisita acorde a los tiempos modernos. El ambiente de las noches en Hevia solo es comparable a sus aperitivos.

La Terraza más elegante, confortable y gourmet de la calle Serrano.  Un lugar donde comer y cenar se convierte en una amena y grata velada. Y es que la terraza de Hevia es con mucho una de las más confortables, animadas y dotadas de nivel gastronómico de Madrid. Mesas amplias y vestidas con mantel de hilo, una carta de esquisiteces para picoteo ó comida más formal y copeteo de primer orden en la zona gastronómica de Serrano. La calidad de su cocina y su esmerado servicio, con los hermanos Hevia, Ismael y Fernando (tercera generación) al frente, hacen que cenar o comer sea tan cómodo como gratificante.

HEVIA sigue, pues, siendo uno de esos lugares refugio donde acuden los verdaderos conocedores, gastrónomos o "foodies". Más de medio siglo atendiendo al gourmet madrileño más selecto lo avalan.    54 años marcando estilo.

UN POCO DE HISTORIA: "HEVIA BAR"

El añorado y excelente hostelero José "Pepe" Hevia, a primeros de los años sesenta abrió el pequeño Hevia a la altura del 118 de Serrano, por aquel entonces abriendo paso a una zona alejada del epicentro gastronómico del Madrid de entonces.

Enseguida, con su buen hacer, se hizo con una clientela de postín. Quiso el destino que en los años 70 su hija, Elena,  conociese a un joven estudiante de la entonces recién creada Facultad de Ciencias de la Información, Ismael Martín Tostón, que dio los primeros cursos en la Escuela de Cinematografía y con el que acabó casándose felizmente. Pepe Hevia, le dio un curso de formación intensivo e Ismael absorbió con presteza el oficio, enamorándose de la entonces naciente gastronomía moderna que aprendió de arriba abajo.

Su taberna en los ochenta ya era un templo gourmet con pinchos y tapas originales, quesos franceses y españoles, foies gras, caviar, ahumados, productos de lujo y de temporada. Durante décadas llenó a rebosar el pequeño salón comedor y la barra. Los clientes de Pepe y los jóvenes de Ismael se alternaban hablando el mismo idioma frente a una comida rica, distinguida y original, acompañada por una extraordinaria bodega, con todo lo clásico y todo lo nuevo bueno que entonces aparecía.

Los vinos han sido y son la pasión gastronómica de Ismael y familia. Tanto es así que en los años 80 los primeros Riberas del Duero y los Riojas y vinos de diferentes procedencias nuevo cuño, tenían en
Hevia uno de sus primeros clientes.

Hace unos siete años una remodelación municipal ensanchó las aceras de forma considerable resultando Hevia con una espléndida terraza, una de las más concurridas de Madrid, que ha posibilitado ampliar
considerablemente el espacio de negocio. Ello y la incorporación de la tercera generación de "Hevias", los
Martin Hevia, Miguel, Ismael y Fernando, han propiciado el nacimiento de un nuevo local, Astrolabius, pared con pared, pero con diferente planteamiento, fruto de la propia experiencia y que continua en la brecha. 

HEVIA. Calle de Serrano, 118. Teléfono: 915 62 30 75 28006 Madrid
hevia@heviamadrid.com, www.heviamadrid.com