| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Arrimadas, este lunes, tras la ejecutiva de C's y la constitución de su Comité Electoral.
Arrimadas, este lunes, tras la ejecutiva de C's y la constitución de su Comité Electoral.

El plan maestro de Arrimadas para tumbar a Junqueras el 21-D y presidir Cataluña

"¡Sí se puede!" es el lema oficioso en el cuartel general de C's ante una cita, el 21-D, que se califica de "oportunidad de oro". Esta es la hoja de ruta de su líder para llegara al Palau.

| Javier Ruiz de Vergara España

"Crucial,... histórico". Con la resaca viva de la multitudinaria manifestación de este domingo en Barcelona contra la declaración unilateral de independencia, la dirección de Ciudadanos tenía este lunes una cita en su cuartel general de Madrid marcada por una creciente sensación de "ilusión imparable", pero también de "responsabilidad" ante una convocatoria, la del 21-O, que trasciende a una jornada electoral.

Es, como gusta decir en las últimas horas a su líder catalana, Inés Arrimadas -a quién todas las encuestas le dan la posibilidad real de hacer historia en Cataluña-, una "oportunidad de oro" para "recuperar el futuro" de los catalanes.

"Esta va a ser una campaña a cara de perro, porque no es solo una confrontación sobre proyectos políticos, es un duelo por un modelo de convivencia para varias generaciones", resaltan a ESdiario fuentes de Ciudadanos. Arrimadas lleva semanas acumulando sondeos públicos y encuestas internas que la convierten en la primera opción del constitucionalismo -a una cómoda distancia del PSC- y con opciones más que reales de ocupar el Palau de la Generalitat. 

Voto útil y movilización cívica: Ciudadanos espera pescar en los caladeros del PP, del PSC y de un sector del nacionalismo huérfano de la antigua CIU

"Vamos a salir a ganar, estas elecciones son la oportunidad de oro, no solo para acabar con el procés, también, para recuperar el futuro", resaltaba este lunes la que es desde el pasado 27 de mayo candidata oficial de C's a la Presidencia del Govern.

La estrategia de Arrimadas, según explican a este diario fuentes de su entorno, es la de la "acumulación de fuerzas" pero huyendo del "frentismo". Por eso, en el cuartel general de C's se rechaza tajantemente el último globo sonda en defensa de una candidatura de país que integre en una sola lista a la formación naranja, el PSC y el PP. "La fórmula ganadora es que cada uno se presente y movilice a su electorado. Y, después, a sumar fuerzas", subraya Arrimadas.

En la dirección de C's y en el Comité Electoral constituido este mismo lunes hay una convicción general de que a Arrimadas -tras los acontecimientos de los últimos dos meses- se le ha abierto un amplio caladero donde pescar nuevos votos. Así, el llamamiento al voto útil facilitará el trasvase de apoyos desde las filas del PP a las de C's.

También cree Arrimadas -como sucedió en las autonómicas- que Ciudadanos puede recibir voto españolista del PSC, y el apoyo de un espectro del "catalanismo moderado" que representaba la Unió de Josep Antoni Duran i Lleida. "Nuestro voto está muy movilizado e ilusionado, ahora necesitamos atraer amplios apoyos de otros sectores políticos y sociales aterrorizados por el sainete de Puigdemont", afirman las citadas fuentes. 

Albert Rivera, este lunes, durante la reunión de la ejecutiva de Ciudadanos en Madrid.

 

Por el momento Arrimadas, que contactará en los próximos días con los líderes de PP y PSC, Xabier García-Albiol y Miquel Iceta, tiene un objetivo prioritario: que todos los partidos se "retraten". "Que digan a sus votantes -advierte la líder naranja- qué van a hacer con su voto".

Por eso, el primer eje de la campaña de C´s pasa por un compromiso de los partidos constitucionales para que se permita gobernar a la lista más votada de entre ellos. Lo decía Arrimadas este lunes de esta forma tan gráfica: "Espero que después de las elecciones estemos todos por la labor de hacer un gobierno alternativo y no por hacer presidente a Oriol Junqueras".

Arrimadas quiere una estrategia de 'guante blanco' y huye de los frentismos. Por eso no quiere oír hablar de una 'candidatura de país' con socialistas y populares

Arrimadas ha dado instrucciones a su equipo para diseñar una campaña "de guante blanco" en la que se "respete" a los partidos independentistas y a sus votantes. Y, sabedora del seguro papel de bisagra que va a jugar Podemos y los Comunes, lanza este emplazamiento a Pablo Iglesias: "Que les diga ya a sus votantes dónde van a estar".

La otra clave: el golpe de mano de Iglesias contra Podem

Y es que, en cierta medida, en Ciudadanos se ha recibido con cierto alivio el golpe de mano que esta madrugada Pablo Iglesias dio contra el líder de Podemos en Cataluña, Albano Dante-Fachín. Fachín, en guerra total con la dirección morada, había insinuado una alianza estratégica con ERC y la CUP. Y, en su calidad de miembro de la corriente Anticapitalistas, llegó a reconocer la Républica catalana.

Iglesias y Echenique han diseñado una recolocación de Podemos junto a los Comunes de Ada Colau, cuya lista apunta a que será encabezada por el diputado Xabier Domenech. La dirección morada quiere alejar a su marca catalana del procés, tras las pésimas perspectivas que les ofrecen todas las encuestas publicadas.

Iglesias sabe que de la decisión que adopte el 22-D van a depender las expectativas de Podemos en las autonómicas y municipales de 2019. Es posible que no acepte sumarse a la entente C's-PSC-PP pero una abstención en el Parlament podría facilitar el viaje de Arrimadas a la Generalitat.

Ciudadanos reconoce que ahora, tras el 1-O y el fiasco de la República, es la marca con más reputación en el mercado electoral y Arrimadas la candidata más potente del constitucionalismo, tan solo equiparable a la creciente ascensión del exministro socialista, Josep Borrell.

Desde este mismo lunes, Arrimadas y su equipo se han puesto manos a la obra con un objetivo final: canalizar en las urnas del 21-D el clamor que las calles de Barcelona han acogido de la mano de Sociedad Civil Catalana.

La suma del tradicional voto españolista, de los abstencionistas históricamente desmovilizados, y de muchos nacionalistas moderados espantados con la deriva del PDeCAT y huérfanos de una marca y un candidato. Lo dice Arrimadas estos días a quien quiere escucharla: "¡Sí se puede!".