| 16 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Programa, programa, programa

Es conveniente que nuestros políticos eleven el discurso, y nosotros, como ciudadanos, tenemos el deber de formarnos en todo aquello que no entendamos

| Fran Raga Edición Valencia

Sí, confieso que he tenido que retrotraerme hasta Julio Anguita para poder escribir la columna de esta quincena en EsdiarioCV, y es que, aunque se viaje años atrás en el tiempo, hay cosas que no cambian. Y una de esas cosas que nunca cambia es la necesidad de hablar de programa y políticas concretas.

Estamos a las puertas de unas de las citas electorales más inciertas y apasionantes de la historia de nuestra joven democracia. Los partidos ya empiezan a desvelar sus candidatos y candidatas para las principales ciudades y autonomías de nuestro país. Caras nuevas, viejas, escisiones, peleas y hasta algún discurso trasnochado se cuelan en nuestras televisiones cada mediodía y cada noche.

Pisando suelo, tenemos en Valencia también una cita electoral más que incierta. Nadie se atreve a aventurar lo que pueda pasar, y aunque sería en este contexto donde más deberíamos sorprender con propuestas y soluciones para los problemas de los vecinos de Valencia, nos hemos encasillado hablando de carriles bici, reinas magas y poco más.

El acento abierto o cerrado de la palabra Valencia también ha dado para hacer correr ríos de tinta y para sonsacar las pasiones más folklóricas de unos y otros.

La política, amigos, es mucho más que todo eso. La fiscalidad, la transparencia, el modelo urbanístico y de movilidad, la trama urbana, las conexiones con los pueblos y ciudades vecinas y también la ideología a la hora de administrar tienen mucho que ver.

A mí, como espectador y vecino ocasional de la ciudad de Valencia me gustaría una oposición que ofreciese alternativas serias para poder valorar si lo que hay es mejorable o no. Más allá de quitar reinas magas o acentos, hay que gobernar. No podrán pues María José Català o Fernando Giner competir con VOX sólo con estos argumentos, puesto que al final los de Abascal aportarán dos huevos duros a las propuestas de los primeros.

Es conveniente que nuestros políticos eleven el discurso, y nosotros, como ciudadanos, tenemos el deber de formarnos en todo aquello que no entendamos. Porque no hay democracia sin información, y sin información no hay democracia.