| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Zidane tendrá que gestionar bien los egos de los cuatro "machos alfa".
Zidane tendrá que gestionar bien los egos de los cuatro "machos alfa".

El vestuario del Real Madrid vive pendiente de la pelea de cuatro "machos alfa"

El apretado final de la Liga española y la inminente final de la Champions League, que se disputa el próximo 28 de mayo en Milán, tiene revuelto el vestuario merengue.

| ESdiario Deportes

Unos futbolistas que hace unos meses se veían fuera de los focos del éxito, ahora están ávidos de recoger los frutos del esfuerzo final que han realizado bajo las órdenes de Zinedine Zidane.

Pero esta energía, que a priori debería ser positiva, va camino de ser incluso una traba en la consecución de los dos títulos para el palmarés merengue. Y es que se está destapando una especie de competición entre varios jugadores para lograr erigirse como ese ‘macho alfa’ que atraiga los focos mediáticos en estos últimos partidos decisivos, algo que podría ir en detrimento del juego del propio equipo, según observan en el entorno madridista.

Los actores principales de esta pelea son todos ‘perros viejos’ en esto del marketing: Cristiano Ronaldo, Christian Bale, Karim Benzema y Sergio Ramos saben de primera mano que una foto marcando el gol decisivo les puede reportar muchos millones en sus respectivas cuentas corrientes. Precisamente el de Camas logró una suculenta renovación a cuenta del gol salvador en Lisboa frente al Atlético de Madrid, y Cristiano trató de rentabilizar aquella final de Champions de 2014 con la imagen de su exagerada celebración del intrascendente 4-1 (dijeron entonces que para incluirla en su película).

Que la relación entre los cuatro no es de amistad es algo sabido incluso por el aficionado madridista, aunque algunos como Ronaldo y Bale hayan intentado hasta fingir en público lo contrario. Pero ahora además cada uno tiene sus motivos personales para querer ser el ‘macho alfa’ que guíe al vestuario en los títulos.

Ronaldo ya se sabe que su obsesión es ser el mejor del mundo, y eso pasa por su cuarto Balón de Oro, al que accedería casi seguro acaparando los focos de la celebración en Milán frente al Atlético de Madrid.

Bale por su parte ha cogido el gusto a eso de ser la estrella en los partidos ligueros en los que el portugués estuvo de baja por lesión, marcando goles decisivos ante Rayo Vallecano y Real Sociedad, y pide paso en escenario madridista, el mejor escaparate futbolístico del mundo.

Para Benzema resarcirse en la Liga y en la Champions siendo el referente del Real Madrid sería sacarse la espinita de su no inclusión en la Selección de Francia para la Euro que acogerá en junio este país, provocada por el lío judicial que mantiene por su supuesta colaboración en el chantaje a un su compañero bleu Valbuena. Además, las malas lenguas dicen que este polémico caso podría precipitar su salida del Bernabéu el próximo verano, por lo que necesita más que nunca colgarse el cartel de crack mundial para firmar el contrato de su vida.

Y qué decir de Sergio Ramos. Sabe mejor que ninguno de los otros tres qué es meter un gol que pasará a la historia del madridismo. Su hermano y agente René lo rentabilizó con una renovación que habría firmado el mismísimo Jorge Mendes (agente de CR7, entre otros), y tras un año de altibajos el capitán merengue quiere dedicar a su hijo Marco otro gol con ‘orejona’ como el que brindó a Sergio Junior en la capital lusa.

En el fondo los cuatro aspirantes a macho alfa quieren lo mismo, que el Real Madrid gane Liga y Champions, pero en las formas sueñan con celebraciones en las que el protagonista sea muy distinto. Veremos si eso no le pasa factura al final al juego del equipo.