Del 7-3 frente al Atleti a la trigésimo cuarta

El 26 de julio de 2019 una pesadilla se apoderaba del Real Madrid. Con Zidane de vuelta en el banquillo, el Atlético de Madrid humillaba a los blancos en el partido de pretemporada de la International Champions Cup. Siete goles encajaron en su portería. No importaba que se tratase de un encuentro preparatorio, en Chamartín eso nunca es excusa. Habían sido sometidos por el segundo eterno rival, y eso no tenía perdón. 

"Vamos a hacer una gran temporada", dijo 'Zizou' tras esta debacle. Tampoco ayudó que, algo más de un mes más tarde, en su estreno en Champions, el PSG le endosara un 3-0. Entonces, se comenzó a decir que el técnico francés había perdido su flor en el trasero y que con su vuelta echaría a perder todo lo conseguido durante los tres años anteriores. Ya sabemos que tanto Zidane como sus jugadores son expertos en cerrar picos. 

Es cierto que los blancos tienen bastante cuesta arriba su continuidad en el torneo europeo tras perder 1-2 frente al Manchester City de Guardiola en la ida de los octavos de final, pero tal y como han acabado la temporada, igual hasta les da por remontar la eliminatoria. Siempre empeñado en ir en contra de los demás, el Real Madrid debe ser el único equipo del mundo al que le ha venido bien el confinamiento. 

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— Real Madrid C.F. (34) (@realmadrid) July 17, 2020

Tras la vuelta del fútbol, los de Zidane tenían una misión: ganar todos los partidos y esperar a que el Barça pinchase. Lo segundo se cumplió en la tercera jornada poscoronavirus, tras el empate de los azulgranas ante el Sevilla. A partir de ahí, los merengues, como buenos peones, siguiendo las instrucciones del arquitecto 'Zizou', continuaron con la construcción de su edificio. Diez plantas eran las necesarias para alzarles al título y, tal y como venía indicado en los planos, fueron levantándolas con sus respectivos tres apartamentos en cada una. 

El Madrid, a excepción de los encuentros frente a Granada y Villarreal, ha ganado todo sin apenas sufrir. Hoy es campeón de la liga más extraña de la historia y ya han hecho hueco para la trigésimo cuarta en sus vitrinas. De esta manera, Zidane El Alineador -"prefiero esta liga a las tres Champions"- se ha hecho con su undécimo título en cuatro temporadas. La estadística es brutal: uno cada 19 partidos. El francés es el segundo técnico más laureado de la historia blanca, tan solo por detrás de un tal Miguel Muñoz, que tiene 14. A este paso, no tardará en superarle. 

Los tres grandes protagonistas

Sergio Ramos

Lo del capitán del Real Madrid es impresionante. Tiene 34 años y, a excepción de algún lapsus tremendamente puntual, cada temporada es mejor. Su liderazgo está ya a la altura del de Di Stefano, Raúl y Casillas, y su espíritu -con todo el respeto del mundo- ha superado al de Juanito.

Siempre sólido atrás y con un físico que acongoja más por momentos, Sergio Ramos se ha convertido en el defensa más goleador de la historia de LaLiga y ha sellado su condición de uno de los grandes lanzadores de penaltis del mundo. 

Anoche dijo que quería terminar su carrera en el Real Madrid. Los aficionados rezan por ello. 

Benzema

El gato es en realidad un tigre que ha estado escondido durante la presencia de Cristiano en el equipo. Qué bien le ha venido al francés la marcha del portugués. Karim saca ahora las zarpas, siempre desde una elegancia única en el mundo, araña a la defensa y hace que las piernas de los porteros tiemblen cuando encara la meta. 

Con su doblete frente al Villarreal, el galo está a tan solo dos tantos de Leo Messi. Quién sabe, aunque el argentino también marcó anoche, tal y como está el Barça no sería de extrañar que en la última jornada Benzema se convirtiera en pichichi. 

Courtois 

El belga es un cerrojo. Muchos criticaron su fichaje porque suponía la marcha de Keylor Navas. Pero, lo cierto es que el Real Madrid va a tener un portero Zamora casi 15 años después. Eso lo define todo. 

Ante Granada y Villarreal, los únicos dos partidos en los que han sufrido los blancos, Courtois se vistió de héroe. Esta liga también lleva su nombre por encima de otros de sus compañeros.