| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El presidente de Ucrania ha intervenido por videocinferencia en el Congreso de los Diputados de España
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Los crímenes de guerra y otras minucias

Putin ha fallado estrepitosamente en sus cálculos y en su estrategia. Eso le suele pasar a los autócratas que se rodean de pelotas que solo hablan para alabarlos y darles la razón

| Manuel Avilés Edición Alicante

Es muy difícil escribir de la realidad más cercana, la que leemos en las páginas de cualquier periódico, la que vemos en nuestra propia puerta, la que nos afecta en la cesta de la compra, en los depósitos de combustible y en la cola del centro de salud o del especialista en urología, neumología, oncología o tantas “gías” como nos tocan los cojones y nos llevan al crematorio antes o después.

Es muy difícil escribir porque todo se torna fútil, insustancial y con una mínima importancia ante las fotos que veo esta mañana en varios diarios de ámbito nacional: ropa sucia, basura, papeles, trozos de mantas y… nueve hombres asesinados, algunos con las manos atadas a la espalda, tirados en el suelo y abandonados por las tropas rusas en su repliegue al norte de Kiev.

Dicen los expertos en guerra que ese crimen ha sido perpetrado por “las tropas Z” – la manía de poner nombres deliberadamente crípticos y agresivos a los maestros en violencia, como las águilas, los tigres, las panteras, etc… que son emblema de todo el que quiere parecer poderoso. Las tropas Z que son expertas en crímenes de guerra. Fíjense si serán expertas que he leído en algún sitio que esconden en los bolsillos de los muertos, en sus cartillas militares, explosivos. Pura conducta psicópata, esconder un explosivo en el bolsillo de un cadáver para que explosione cuando vayan a enterrarlo, por ejemplo. Toda guerra está llena de conductas psicopáticas, en las que Putin es maestro, porque se trata de urdir el mayor daño posible del contrario, intentando uno mismo irse de rositas.

Putin ha fallado estrepitosamente en sus cálculos y en su estrategia. Eso le suele pasar a los autócratas que se rodean de pelotas que solo hablan para alabarlos y darles la razón. Cuando yo mandaba – mínimamente porque dirigir una cárcel es una mierda pinchada en un palo y he visto colegas que se creían Cessare Beccaría, cuando estaban en precario pendiendo de la decisión del Secretario General de turno, que dependía del Ministro, que dependía del Presidente, que dependía de la moción planeada por Pujol, por Arzallus, por Aznar o por la madre que parió a Panete-, cuando yo mandaba algo, repito, a mis subdirectores les decía siempre: llévame la contraria, pero de la puerta para adentro.  Si te rodeas de lebreles pelotas que no te dicen la verdad – eso le pasa a Putin- vas directo al precipicio porque, aunque haya muchos ojos, solo ves con los tuyos a quienes los pelotas no intentan sino halagar y dar jabón. Los mismos pelotas -expertos en marketing y en propaganda al estilo de Joseph Goebbels- se han inventado que los civiles  asesinados  en Bucha y en tantos otros sitios, son actores, modelos fúnebres para engañar. La verdad es la primera víctima en todas las guerras y en esta más porque aquí no hay excepciones.

Le dijeron a Putin que sería cosa de unos días, que sus generales se pasearían por Ucrania, que la resistencia iba a ser mínima y que, para el paseo, valdría con una cantimplora, unas latas de comida de campaña y una botella de vodka para cada cuatro. Crasos errores. Tomar un país es mucho más que bombardearlo, y una columna de tanques sin gasolina, con los soldados hambrientos y acojonados, es solo un montón de chatarra.

Putin no va a soltar el bocado aunque se le esté atragantando

 

Ahora Putin se ha replanteado la guerra que el mismo ha desatado a la vista de las dificultades que van surgiendo a diario. Ahora parece que no quiere conquistar Ucrania entera sino solo la franja que va desde el este hasta Odessa para privarle de la salida al mar.

El fin de esta guerra, Putin no va a soltar el bocado aunque se le esté atragantando, solo puede venir – como mayores posibilidades- de los chinos y de los propios rusos. Los chinos hacen como que la cosa no va con ellos. Ni condenan ni aprueban, se ponen de perfil y hacen como que se duchan pero no se mojan. Los rusos están engañados y los pocos que son capaces de ponerse con un folio de protesta en la plaza roja, son inmediatamente detenidos. Es lo que tienen las dictaduras, que oprimen cuanto se les pone a tiro empezando por sus propios ciudadanos. Putin no va a irse por las buenas porque lo suyo es una clarísima huida hacia adelante. Si Putin, ahora mismo, no tuviera el poder en Rusia seguiría el camino de tantos genocidas – Hitler o Pol Pot, por decir solo dos- y tendría que sentarse ante un tribunal penal internacional acusado de crímenes contra la humanidad, que son los que está cometiendo.

 

Acabo de ver a Zelenski en televisión, en su mensaje emocionado al Parlamento. La civilización occidental no puede permitir que los padres tengan que escribir en las espaldas de sus hijos pequeños sus nombres y los de los familiares cercanos por si son asesinados de cualquier forma en la masacre humanitaria organizada por Putin.

¿Qué podemos decir de la última genialidad de nuestros gobernantes, dispuestos a hacer de los colegios fábricas de vagos y analfabetos?

 

Ante este crimen masivo contra la humanidad ¿qué vamos a decir del congreso de los populares y su votación a la búlgara? Olvidado Casado, noventa y nueve coma noventa y nueve por ciento, andan aplaudiendo a Feijoo. Tenga cuidado con la corte de pelotas que están prestos a la alabanza y a chupar el suelo para ver qué pillan.

¿Qué podemos decir de la última genialidad de nuestros gobernantes, dispuestos a hacer de los colegios fábricas de vagos y analfabetos?  Corríjanme si estoy equivocado. Se cargan la filosofía como ya se cargaron las lenguas clásicas. Con las panzadas de estudiar que me metí yo para saberme las oraciones completivas de subjuntivo y los ochenta verbos polirrizos, mecagoentoloquesemenea. No hace falta pensar. Uno puede ser bachiller y creer que Kant o Nietzsche o Hegel son los integrantes de un grupo de bachata o raperos de última generación. Entran en el programa los valores cívicos y éticos. ¿Puede haber valores cívicos que no sean éticos, puede haber valores éticos que no sean cívicos? ¡Me encantan estos lumbreras! ¿Quién es Isabel de Castilla y Alfonso X y Fernando VII y Estanislao Figueras, aquel que dijo: estoy hasta los cojones de todos nosotros, ¿por qué rodaron y cayeron a un cesto las cabezas de los Capetos, primos de los Borbones?

Desaparecen las notas -copio literalmente- “con objeto de ir avanzando en una concepción más cualitativa que cuantitativa en el proceso de evaluación” - ¡Tócate los cojones, a estos se les dan las matemáticas peor que a mí, que ya es decir!-  y oigo pasmado que donde había un suspenso ahora pondrá “en proceso de logro”. Han reculado y dirán “no conseguido”.  Inmediatamente pienso – pero no lo digo, solo lo pienso- estos tíos son gilipollas.

Ya están funcionado las fábricas de analfabetos. A mí, si hay que operarme de algo, por favor que lo haga un tío que haya aprobado y no de esos que cogen títulos con asignaturas pendientes. Estas “gilipoyuás” comparadas con la masacre rusa de los ucranianos son minucias. ¡Señor, llévame pronto!