| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Carlos Baño, empresario alicantino
Carlos Baño, empresario alicantino

Carlos Baño: “Una hemorragia no se tapona con tiritas”

Facpyme solicita a los ayuntamientos bonificaciones de hasta el 90% del IBI a los comercios, que aplacen el cobro de tributos y se exonere a autónomos y empresas del pago de impuestos

El empresario Carlos Baño es el presidente de Alicante Gastronómica Solidaria –AGS- una entidad que da de comer cada día a más de 3.000 personas en la provincia de Alicante, coordinando la solidaridad de los profesionales del sector de la hostelería y de las industrias auxiliares. Hasta la fecha ha repartido más de 245.000 menús solidarios gracias al apoyo de más de 600 empresas y al trabajo y la implicación de cerca de 1.000 voluntarios.

Baño es el CEO de Tescoma -empresa líder en utensilios de cocina y accesorios- y vicepresidente de la Cámara de Comercio de Alicante. Ha sido el único candidato a la renovación de la Federación Alicantina de Comercio de la Pyme –Facpyme- y ha sustituido a Antonio Sáez como presidente después de siete años al frente de la entidad. Durante su toma de posesión, lamentó que las ayudas al sector “no llegan” y que el comercio “no aguanta más”.

Desde su nuevo cargo, Carlos Baño reclama a las administraciones “bonificaciones de impuestos y exoneración fiscal” para empresas y autónomos que no tienen actividad, así como ayudas directas para “revitalizar” el comercio de la provincia de Alicante, que atraviesa “una grave situación derivada de la crisis provocada por la pandemia”.

– ¿Por qué aventurarse en un momento tan complejo para las pymes?

¿Y por qué no? Antonio me pidió que diera un paso al frente, me costó tomar la decisión, pero soy de los que piensa que los momentos difíciles son una oportunidad, y voy a dejarme la piel para que el comercio de la provincia de Alicante supere la crisis en las mejores condiciones.

- ¿Cuántas empresas se han visto obligadas a cerrar en nuestra provincia por la pandemia?

No quiero adelantarme. Hemos pedido a través del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana a la Dirección General de Comercio los datos para determinar de manera concreta cuantas empresas se han visto obligadas al cierre con motivo de las restricciones. Pero le adelanto que el comercio ha sido uno de los sectores más afectados, con caídas de la facturación que alcanzan el 70%.

- ¿Y cuántas no volverán a abrir?

Pues si las ayudas no llegan de manera inmediata y no se toman medidas que permitan un ‘respiro fiscal’, 1 de cada 4 pequeñas y medianas empresas del comercio se pueden ver abocadas al cierre definitivo.

- Usted ha reivindicado “bonificaciones de impuestos y exoneración fiscal” para las pymes ¿podría especificar qué tipo y cuantía de bonificaciones? ¿Y hasta qué punto debe llegar la exoneración fiscal? Se lo pregunto por los agravios comparativos que ello pueda generar.

No es algo nuevo. Tanto la Diputación como algunos ayuntamientos, Alicante, por ejemplo, han aprobado rebajas en el IAE hace ya algunos meses. Lo que vamos a presentar la próxima semana es una solicitud en todos los ayuntamientos de la provincia para que aprueben bonificaciones de hasta el 90% del IBI a los comercios, que se aplace el cobro de tributos municipales a final de año y que soliciten al Gobierno autorización para exonerar a autónomos y empresas afectados por las restricciones del pago de impuestos que gravan la actividad. A cero ingresos, cero impuestos. Además, hemos solicitado una bonificación de las cotizaciones sociales de los empleados.

De las ayudas estatales nos gustaría saber algo más concreto. Cómo, cuándo, cuánto, a quién, para qué…

- Sí, pero siempre habrá quien…

No se trata de agravios, se trata de contribuir la supervivencia del comercio. Estamos con el agua al cuello y sólo estamos pidiendo un esfuerzo a los políticos equiparable al que hacemos los empresarios para que nos ayuden a salir adelante. Se trata de medidas coyunturales para salvar una situación crítica.

- Desde su Federación dicen que las ayudas no llegan. ¿Las estatales, las autonómicas?

De momento ninguna. De las estatales nos gustaría saber algo más concreto. Cómo, cuándo, cuánto, a quién, para qué… No sabemos nada más que el anuncio. De la Generalitat tenemos el compromiso del Conseller Climent de un Plan Resistir II en el que se incluirán ayudas al comercio. Yo mismo le expresé nuestro malestar por haber quedado fuera de las ayudas aprobadas hasta ahora, pero le agradezco su sensibilidad y la rectificación en ese sentido.

- ¿Habrá fondo para tanta gente? ¿Debería crearse un baremo de prioridades?

Desde luego vamos a pelear para que las ayudas lleguen a todos. El comercio es muy diverso y no a todos ha afectado por igual, pero todos se han visto dañados en mayor o menor medida por unas restricciones, fundamentalmente de movilidad y horarios, que entendemos, porque se trata de una situación excepcional, pero por ello mismo es necesario activar mecanismos que compensen en todos los casos esas caídas de la facturación. No estamos hablando de grandes empresas, sino de negocios que no tienen tanto pulmón para aguantar unas restricciones tan prolongadas. Necesitamos ayuda urgente.

- ¿Quién creen ustedes que debe distribuir las ayudas, el Gobierno central o el Autonómico, y en qué proporción?

Parece que la decisión es dejar en manos de las Comunidades Autónomas el reparto de ayudas. Desde luego, la interlocución con los responsables autonómicos es más fácil que con el Gobierno de España, del que, insisto, sólo conocemos los anuncios. Me consta además que los ayuntamientos de la provincia, y le pongo el ejemplo del Alcalde de Alicante que así lo expreso ante la Asamblea de Facpyme, van a poner todos los mecanismos a su alcance para colaborar con la Generalitat para que las ayudas lleguen de manera real y efectiva.

- Acaba de llegar a la presidencia, y ya alerta de que los han dejado fuera de las ayudas del Plan Resistir, que al parecer gestionarán los ayuntamientos. ¿Qué explicaciones les han dado desde la Conselleria?

Tuve la oportunidad de conversar con el Conseller durante la asamblea de Facpyme y se comprometió, como ya hemos comentado, a habilitar ayudas al comercio a través de un Plan Resistir II. Desde luego, no es comprensible que uno de los sectores más castigados por la pandemia se hubiera quedado fuera. No sé si era una cuestión de fondos, pero yo prefiero mirar hacia adelante y confiar en las instituciones. Aunque desde luego estaremos vigilantes y seremos exigentes con los compromisos.

- ¿Cree que los criterios y procedimientos de cobro emanados de la Generalitat Valenciana para el Plan Resistir son los idóneos?

Lo cierto es que las empresas lo que necesitamos es una inyección de liquidez y ayudas directas, a fondo perdido. Lo que nos preocupa, en primer lugar, es que como le digo el comercio se ha quedado fuera de ese primer plan Resistir. También que el mecanismo implementado supone cargar sobre las espaldas de los ayuntamientos la responsabilidad de adelantar las ayudas y en el caso de pequeños ayuntamientos, con menos recursos, implica también una presión para ellos. Tampoco nos gusta que se trate de créditos en muchos casos. Pero, fundamentalmente, nos preocupa que las ayudas a autónomos no están llegando y lo farragoso del procedimiento para solicitar que provocó incluso la caída de la página web habilitada el primer día.

- ¿Esta crisis ha provocado muchas bajas y asociados a Facpyme?

No. Nuestros asociados, a pesar de todo, son gente optimista y valiente, y lo que detecto es mucha unidad y compromiso para seguir adelante. Desde luego esa unidad es la que necesita en este momento el comercio para ser fuerte y capaz de influir en las políticas que se deben adoptar fortalecer nuestro sector.

La hostelería, el turismo y el comercio son el pilar fundamental de la economía de la provincia de Alicante y su impacto es exponencial

- Supongo que ya habrá entrado en contacto con otras asociaciones de pymes tanto en el ámbito nacional como autonómico. ¿Cuál es el estado de ánimo general y reivindicativo?

El estado de ánimo es de preocupación, pero también de ganas de seguir peleando por nuestros negocios y por lo que creemos que es justo. Las preocupaciones son compartidas porque en todas las regiones hay problemas y todos coincidimos en la necesidad de ayuda por parte de las administraciones y la firmeza en la defensa de los intereses, en este caso del comercio. Generamos dinamismo económico, y eso se traduce en riqueza y empleo, por lo que al final la supervivencia del sector repercute de forma positiva en el conjunto de la sociedad.

- Por su propia empresa conoce sobradamente el pulso de la hostelería. ¿Tan mal estamos?

La hostelería es, junto al comercio y el turismo, el sector más dañado. Restricciones de aforo, de horarios, incluso suspensión total de la actividad en diferentes fases. Hay muchos establecimientos que ya no van a volver a abrir. Y es un problema muy serio, porque la hostelería, el turismo y el comercio son tres ámbitos de actividad muy relacionados entre sí y si uno falla los demás se tambalean también. Son además el pilar fundamental de la economía de la provincia de Alicante y por tanto su impacto es exponencial.

- Hoteles cerrados, persianas de restaurantes, bares y pubs echadas. ¿Qué opina de seguir así en Semana Santa como ha ordenado Ximo Puig? ¿Cuándo cree que debe empezar la temporada de verano?

Es otro jarro de agua fría, uno más. Las restricciones de movilidad son las que más afectan porque la Semana Santa es un periodo de mucho turismo nacional, de mucho movimiento entre comunidades, que es lo que se ha prohibido. Es evidente que esta situación debe revertirse si queremos que el verano pueda ser el inicio de una recuperación de la actividad. Es necesario agilizar el plan de vacunación y activar mecanismos para que las personas puedan desplazarse de forma segura. Otro cierre así de cara a la campaña de verano, que debería comenzar en mayo, sería una estocada casi mortal.

- ¿No le parece incongruente que hasta nuestros aeropuertos pueda llegar cualquier ciudadano europeo, y sin embargo nadie pueda desplazarse, pongamos por caso de Orihuela a Murcia, o de Villena a Almansa y viceversa? Todavía recuerdo un restaurante en Beniel donde el salón está en Murcia y el aparcamiento en Alicante.

Absolutamente. No le encuentro el sentido y tengo la sensación de que nuestros responsables públicos, quienes han tomado esas decisiones, tampoco lo entienden muy bien. Y desde luego no han sabido explicarlo. Es chocante que una persona de Torrevieja pueda ir a Castellón, pero no pueda ir a Murcia. Que podamos recibir a franceses e ingleses en nuestras playas, pero no puedan venir madrileños o vascos a su segunda residencia en la Costa Blanca.

- ¿Y las islas por libre…?

Tampoco entiendo la diferencia de trato que se ha dado a los destinos insulares en detrimento del turismo de la provincia de Alicante en cuanto a las ayudas. El turismo es el principal sector de nuestra economía y los empresarios no han dejado de invertir en seguridad y tras un dramático año necesitan que se les deje trabajar y que lleguen turistas para disfrutar un destino seguro como es la Costa Blanca.

- Usted es uno de los principales promotores de Alicante Gastronómica Solidaria, la pandemia está aumentando los niveles de “pobreza severa”, ¿hasta cuántas personas pueden atender?

Pues todas a las que nuestras manos y nuestro corazón puedan llegar, pero muchas menos de las que nos gustaría. Y lamentablemente cada vez son más personas las que necesitan ayuda. Hasta la fecha, hemos sido capaces de cocinar, envasar y distribuir más de 245.000 menús solidarios gracias al apoyo de más de 600 empresas y el trabajo y la implicación de cerca de 1.000 voluntarios.

Es gratificante poder ser partícipe de un proyecto como éste, y también las administraciones se hayan involucrado, pero hay que ir más allá porque cada drama personal que hay detrás de las frías cifras que vemos muchas veces debemos entenderlo como un fracaso de nuestra sociedad y hay que poner todos los recursos para corregirlo. No simplemente una ayuda puntual. Nosotros, desde nuestra humildad, hemos puesto en marcha también cursos de formación en colaboración con la Cámara para formar a jóvenes en riesgo de exclusión como profesionales para la hostelería y la restauración.

- Y hablando de “resistencias”: ¿hasta cuándo podremos resistir?

Estamos muy al límite, pero si algo nos caracteriza es por ser valientes y emprendedores. Pero no es tanto hasta cuándo, porque lo haremos mientras tengamos fuerzas, sino cómo vamos a prepararnos para salir de ésta cuanto antes y en las mejores condiciones. Y sobre todo frenar ya la sangría de cierres.  Y por eso es tan importante que las diferentes administraciones estén trabajando en eso, anticipándose a los posibles escenarios. Una hemorragia no se tapona con tiritas.