| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Andrea Piñero dando el discurso en el Salón Azul del Ayuntamiento de Alicante
Andrea Piñero dando el discurso en el Salón Azul del Ayuntamiento de Alicante

El discurso de Andrea Piñero por el 8M que emociona a todo el herculanismo

La exfutbolista alicantina Andrea Piñero, integrante del primer Hércules femenino de la historia, pone en voga el sentimiento herculano en un día de reivindicación para las mujeres

| Juanjo Morote Edición Alicante


Andrea Piñero
es una de las 12 pioneras para encabezar la campaña '12 mujeres emblemáticas de la ciudad de Alicante'. Tuvo la oportunidad de poder decir unas palabras ante las autoridades alicantinas y no dudó de reivindicar su espíritu Herculano: “Los sueños se cumplen, yo cumplí el mío: jugar y ponerme la camiseta de mi equipo y su escudo en mi pecho”.

Así pues, también expuso cómo trataba esa sociedad machista de los años 70 al fútbol femenino. No tenían instalaciones, ni estaba asegurada la continuidad del equipo. Piñero recuerda los entrenamientos, los cuales no se realizaban en ‘campos de entrenamiento’, como concebimos hoy en día. Tampoco tenían un terreno de juego de césped artificial, y a veces ni siquiera disfrutaban de vestuarios: “Nos cambiábamos en el coche del entrenador, o bien ya llegábamos de casa con el chándal y con el balón de reglamento”.

Si pasaste tu infancia en Alicante y tu edad ya ronda el medio siglo, recordarás el denominado ‘barranco de las ovejas’ o el ‘campo de las cabras’. Ambos sitios muy recurrentes para la práctica deportiva por parte de entrenadores y profesores de educación física. Aunque ninguno lo entendiera. Pues se trataban de incómodos descampados, que simplemente eran kilómetros de suelo sin edificar, con los que tan solo con mirarlos te podías torcer un tobillo. En la década de 1970, Andrea Piñero y sus compañeras del Hércules Femenino utilizaban el terreno ‘de juego’, en lo que hoy es la Gran Vía, para hacer lo que más les gustaba.

 

Soportamos insultos, ataques personales a la familia y a nosotras, pero no nos importaba, hacíamos lo que más nos gustaba: jugar al fútbol

Piñero también se mostró crítica con la idiosincrasia de aquella época y sugiere que, si la sociedad lo hubiera permitido, el Hércules Femenino no se habría estancado: “Cantera había, pero la circunstancia de la sociedad, muy machista, nos cortó y ahí terminó todo”. Finalmente, concluyó el discurso con agradecimientos a su familia y reivindicando que la mujer en el fútbol, “todavía está a años luz del género masculino”.