Vacunódromos, autobuses gratuitos y personal sanitario… ahora faltan las vacunas

La euforia del inicio de la vacunación masiva en Alicante ha durado poco, exactamente lo mismo que han tardado en escasear las dosis disponibles de vacunas. Una vez agotadas las vacunas disponibles la operación se frustra por la falta de más unidades que no llegan. 

La consellera de Sanidad y Salud Pública, Ana Barceló, visitó el domingo las instalaciones de IFA, en Elche, y Ciudad de la Luz, en Alicante, para dar el pistoletazo de salida a la campaña de vacunación masiva. Hubo fotos, vídeos, mensajes de esperanza y felicitaciones entre los alcaldes socialistas allí desplazados. Dos días después nadie dice nada. Se acabaron las vacunas y hasta el próximo lunes no llegan más.

El sábado, el presidente Ximo Puig daba el anuncio oficial de las macrovacunaciones desde la Ciudad de las Artes de Valencia, también envuelto en un halo de flashes, cámaras y medios de comunicación. Hay vacunódromos, autobuses gratuitos para desplazarse a ellos y personal sanitario, auxiliares y de mantenimiento altamente cualificado. Ahora solo faltan más vacunas.

Cerca de 14.000 personas han pasado en dos días por los «vacunódromos» de Ciudad de la Luz y de IFA, unas 7.000 en cada uno de los dos puntos. En estos puntos se ha administrado a un ritmo de más de 900 vacunas por hora.

Un diez para el personal sanitario, de enfermería, de mantenimiento y auxiliares que se han desplazado a ambos macroespacios de vacunación, lo que ha fallado es la logística, es decir, otra vez los políticos.

La falta de dosis obliga a que estas macroinstalaciones se queden vacías desde este miércoles. Si llegasen más viales se abrirían más días, pero ahora lo que procede es deshacer el camino andado, desconvocar las citas y esperar.

Un 25% de rechazo a Astrazeneka

En Alicante, la normalidad ha sido la tónica predominante en el arranque de la vacunación masiva en la provincia. Según la estadística entre el 20 y 25 por ciento de los que deben recibir la vacuna AstraZeneka están rechazando inocularse en esta primera llamada, por el temor generado provocado por la inestabilidad en la gestión de la comunicación de las instituciones.