Indignación en los médicos del SAMU por el peso de los desfibriladores

Hay veces que lo antiguo es más efectivo que lo más moderno. Al menos para algunos facultativos del SAMU de Alicante que han elevado sus quejas ante la Conselleria de Sanidad y el Colegio de Médicos porque, según denuncian: “El excesivo peso de los desfibriladores nos está provocando lesiones ­en brazos y hombros a los médicos, lo que está provocando bajas”.  Incluso se atreven a denunciar que estos aparatos, puestos en servicio hace tres años, "incumplen la normativa de riesgos laborales".

Sin embargo, esta no es la opinión de la Conselleria de Sanidad. A través de su gabinete de Prensa, han afirmado que los desfibriladores cumplen con todas las normas marcadas por la ley y que en cuanto a la bajas no hay constancia de una enfermedad derivada de accidente de trabajo por estos aparatos. En este sentido, desde el departamento que dirige la socialista Carmen Montón, han hecho pública la siguiente nota:

“Ante las protestas verbales de determinado personal de una única base de SAMU se solicitó un informe  de valoración del monitor a la unidad de prevención de riesgos laborales de la zona. En este informe se recogía que el peso del monitor, con todos los accesorios necesarios, se encuentra por debajo del peso máximo recomendado para la protección la mayoría de los trabajadores”.

Sanidad afirma que los monitores cumplen con todos los requisitos pero hace varios informes para sustituirlos

Sanidad afirma que los monitores cumplen con todos los requisitos pero hace varios informes para sustituirlos. Pese a que todo está dentro de parámetros que marca la legislación, según Sanidad, la conselleria ha realizado un estudio sobre diferentes alternativas para el transporte y uso de los desfibriladores, hecho sintomático y que pueda dar la razón a los trabajadores denunciantes.

Riesgos laborales

Para los afectados, los monitores “no cumplían la normativa de riesgos laborales porque pesaban mucho más de lo recomendado”. En un aviso el médico lo sube de la mano o colgado del hombro, y aún así se compraron, afirman los médicos.

Desde este colectivo se indica que se ha comunicado a los superiores para que les dejaran utilizar los antiguos aparatos, “pero nunca ha habido contestación, sólo nos daban largas”, indican. Ahora sí, “nos dicen que a final de año van a introducir nuevos aparatos, y nuestras preguntas ahora son: ¿quién fue el responsable que compró estos monitores pagados con nuestros impuestos? ¿Quién paga ahora los nuevos?”.