La apertura de comercios enfrenta a PSPV y Compromís en la Ocean Race

Es muy complicado explicar a la opinión pública que por culpa de la "pelea" entre dos administraciones, en este caso el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat Valenciana, a día de hoy no se sepa con exactitud si los comercios abrirán o no en la Volvo Ocean Race que se celebrará el próximo mes. Si a esta incertidumbre le sumamos que el 15 de septiembre entrará en vigor el decreto de la Conselleria de Economia, controlada por el nacionalista Rafael Climent, que supone el cierre efectivo en domingos y festivos de los comercios del entorno de Maisonnave y de los tres grandes centros comerciales, tenemos un lío de tres pares de narices. Y todo, adsolutamente todo, bajo la atenta mirada de medio mundo. ¡Vaya manera de promocionar Alicante!

Las luchas internas en el tripartito lleva consigo roces como pasa en el Ayuntamiento de la capital alicantina con sus "socios" de gobierno o con el Consell. Porque el alcalde socialista Gabriel Echávarri sí quiere que abra el comercio durante esos días mientras choca con el muro de el Consell, en un área que controla Compromís, que es contrario a cambiar su postura. Las "peleas" o "desacuerdos" entre PSPV y la formación nacionalista en el Gobierno valenciano pueden pone en peligro el éxito comercial de la Volvo Ocean Race, todo un evento de repercusión mundial, que prevé traer hasta Alicante a unos 300.000 visitantes. 

Es evidente que hay que mantener un equilibrio entre los usuarios, los comerciantes y el resto de ciudadanos para que todos ganen en un acontecimiento como la Volvo; pero hay muchos intereses en juego.

Llevándolo a un terreno económico, habría que confrontar la parte de oferta y la de demanda, buscando el punto de equilibrio que permita obtener precios y productos en condiciones óptimas. En esta confrontación, siempre es fundamental que el sector público sea un factor de colaboración y de ayuda, en lugar de provocar una mayor diferencia entre los actores de este mercado. Cuando ocurre lo primero, es decir las administraciones facilitan el acercamiento y las necesarias cesiones en toda negociación, se ahorran muchos recursos, y ganan todos, o por lo menos, se pierde menos. Es lo que se llama en economía el mejor óptimo posible.

Cuando las administraciones mantienen posturas encontradas entre ellas mismas, no buscan el mejor escenario y dedican su tiempo y esfuerzo a mantener sus posturas, a veces, la opuesta a la que defienden en un momento, lógicamente, el acuerdo se aleja.

La única solución posible es conseguir una sola voz para que los ofertantes de bienes y servicios sepan a qué atenerse, y puedan encontrar ese necesario punto de equilibrio macroeconómico cuanto antes

A la vista de lo que ocurre en Alicante, ¿cuál creen ustedes que está siendo el papel del Ayuntamiento y la Generalitat? ¿Cómo es posible que estemos a estas fechas sin una apuesta clara por una oferta del comercio en Alicante, cuando en poco más de un mes la mayor regata oceánica tiene su salida desde nuestra ciudad? ¿Por qué el Ayuntamiento y la Generalitat siguen a la greña, amenazando con contenciosos? Estas preguntas se las puede hacer cualquier ciudadano.

La única solución posible es conseguir una sola voz para que los ofertantes de bienes y servicios sepan a qué atenerse, y puedan encontrar ese necesario punto de equilibrio macroeconómico cuanto antes.

Desde el sector el comercio se pide que nuestros representantes, independientemente de sus colores y creencias, sean capaces de llegar a un acuerdo que beneficie al interés general. Siempre algún colectivo puede salir más perjudicado que otro, pero gobernar consiste en tomar decisiones, por muy duras que parezcan. El estar siempre en el escaparate de la polémica, marcando tu territorio, sólo trae líos partidistas que trasladan una imagen penosa de una ciudad que quiere aprovechar todas las oprtunidades que durante dos semanas le da tener un acontecimiento como la Volvo Ocean Race.