Benidorm exige a la EPSAR que licite y ejecute las obras pendientes

La falta de cumplimiento de un convenio por parte de la Generalitat ha obligado al Ayuntamiento de Benidorm a tener que ejecutar una actuación en una de las estaciones de bombeo para evitar que buena parte de las aguas residuales de la ciudad pudieran terminar en el mar. Una situación que se arrastra desde hace años pese a que la aportación económica del Ayuntamiento a la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) es muy superior al gasto que realiza este organismo.

Según han informado fuentes municipales, el Ayuntamiento ha reclamado a la EPSAR de la Generalitat Valenciana que “licite y ejecute” las actuaciones pendientes que están incluidas en el proyecto de adecuación de las impulsiones y estaciones de bombero de Benidorm y L’Alfás del Pi, en base al convenio que firmaron ambas partes en 2017.

El caso es que esas actuaciones comprometidas para la mejora del sistema y la red de Benidorm siguen sin ser ejecutadas a pesar de la aportación municipal de 1,2 millones de euros que cada año realiza la ciudad a través del canon de saneamiento que pagan todos los ciudadanos en sus recibos. La conclusión es bien sencilla. “La aportación no está revirtiendo en la ciudad” ha explicado el concejal de Ciclo del Agua, José Ramón González de Zárate. Así, el edil ha reclamado a la EPSAR que cumpla con lo firmado y haga frente al compromiso de licitar todas las actuaciones previstas en el
acuerdo. “Una ciudad vanguardista y turística como Benidorm no puede correr el riesgo de tener problemas con la red de residuales y que parte de esas aguas lleguen a las playa” ha añadido.

La reclamación del Ayuntamiento, que no es la primera, tiene como origen una inversión “urgente” que el Consistorio ha tenido que asumir para poder garantizar el correcto funcionamiento del sistema que impulsa las aguas residuales hasta la depuradora. En concreto se trata de la sustitución de una válvula principal de impulsión en la estación de bombeo número 1, situada en el cruce de las avenidas del Mediterráneo y Ametlla de Mar. Esa válvula, con cuatro décadas de funcionamiento, se
rompió a finales del pasado, lo que obligó a la instalación de un ‘by pass’ hasta que llegase la nueva.

La actuación ejecutada por el Ayuntamiento está valorada en 80.000 euros y es “indispensable” ya que sin la válvula “prácticamente la totalidad del agua residual de Benidorm podría ir a parar al mar, provocando un importante daño ambiental” aseguraba González de Zárate. La sustitución de dicha válvula estaba incluida en el proyecto de adecuación de las impulsiones y estaciones de bombeo, pero tampoco en esta ocasión la EPSAR ha atendido la petición.

El buen trabajo de la empresa concesionaria, Hidraqua, y la escasa actividad turística motivada por la pandemia del coronavirus ha evitado, según González de Zárate, “que hubiéramos tenido serios problemas en los últimos meses”.

En estos últimos nueve años Benidorm ha aportado a la EPSAR más de 50 millones de euros, mientras que el gasto de funcionamiento y mantenimiento de la Depuradora de Residuales (EDAR) y su red ha sido de 38 millones “lo que deja un saldo favorable de 12 millones para el organismo autonómico”.