| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Fulgencio Cerdán, alcalde de Villena por el PSPV-PSOE
Fulgencio Cerdán, alcalde de Villena por el PSPV-PSOE

Fulgencio Cerdán: “Villena es un lugar estratégico para la ZAL y el Puerto Seco”

La capital del Alto Vinalopó se ha preparado en todo este tiempo para posicionarse como plataforma logística del puerto de Alicante y desarrollar un emplazamiento estratégicamente ubicado

| A. Maestre Edición Alicante

Villena es una ciudad históricamente poblada de gente emprendedora. Han sido frontera y lugar de paso de muchas civilizaciones, y cruce de caminos del comercio que llegaba a las costas mediterráneas y se dirigía al interior de la península a lo largo de la historia. Hoy lo sigue siendo. Ese ímpetu empresarial de sus habitantes ha convertido a la capital del Alto Vinalopó en una potencia comercial, industrial y agrícola que sigue creciendo y buscando su camino en un futuro muy competitivo.

La pandemia ha paralizado muchos proyectos, y ha modificado otros. Hoy en día ya están en disposición de retomar los retos aparcados en 2020. Entre ellos el de la Zona de Actividades Logísticas, ligada al futurible Puerto Seco, una terminal intermodal interior, conectada por carretera o tren con la terminal marítima de Alicante, para agilizar el movimiento de mercancías entre los buques y las redes viarias interiores, con un punto de distribución centralizada.

Este es un proyecto que conforma el objetivo prioritario para el equipo de gobierno, liderado por el socialista Fulgencio Cerdán. Es el más destacado, por su envergadura, pero no el único. Hoy hablamos con el primer edil de Villena sobre la situación actual y la proyección de futuro de Villena, su cultura, sus fiestas y su empeño por posicionarse en el mapa turístico y empresarial de Europa.

- ¿Por qué es Villena el lugar donde debe ubicarse la ZAL y el Puerto Seco y no en otros destinos?

No hay más que hacer un zoom al mapa de la provincia de Alicante para ver por dónde pasan las carreteras. Tenemos la A33 que viene de Alcoy a confluir con la A31 de Madrid. La que viene de Murcia por el interior, que también desemboca en Villena. Cuando pasan por aquí es porque este es un sitio estratégico y de paso. También hay que recordar que el tren se podría ubicar en varios puntos. Tenemos una estación de  AVE prácticamente al lado que nos conecta con Madrid y, en un plazo breve, también con Barcelona.

También hay que tener en cuenta las posibilidades que ofrece el terreno que se está poniendo encima de la mesa. Estamos ofreciendo terreno que no está urbanizado y eso puede ser una ventaja, porque nos va a permitir condicionarlo a ese gran parcelario que es lo que están pidiendo las empresas. Tenemos la conexión hecha con la autovía y los servicios preparados, porque tenemos un polígono al lado. Eso se une al precio del suelo, que es muy competitivo. Todo esto es algo que no tienen otras ciudades.

- ¿Han reactivado el proyecto?

Hemos retomado la actividad con la empresa que mostró interés por la ZAL. Están recabando la documentación necesaria y en un plazo breve van a presentarla

En estos momentos hay varias empresas importantes que se han puesto en contacto con nosotros en este sentido y estamos necesitados de suelo parcelario para poder atender a las demandas que hay y que ya están sobre la mesa, que son unas cuantas.

- ¿En qué momento está la decisión final?

Depende de la Consellería. A nosotros nos trasladan que si hay una empresa que está dispuesta a poner dinero y a desarrollarlo, el proyecto va a salir adelante. Es más, si hay dos empresas distintas que apuestan por dos emplazamientos, como se está hablando de San Isidro, en la Vega Baja, yo creo que el conceller estaría dispuesto a avalar los dos proyectos.

En ese caso, a mí me parece que podría instalarse en la vega Baja una zona destinada al sector agroalimentario y en Villena un sector más industrial, por motivos obvios. Tenemos alrededor grandes zonas industriales jugueteras, textiles, de muebles o accesorios, como son la Foia de Castalla y l’Alcoià, o ciudades tan importantes como Almansa o Caudete, aunque pertenezcan a otras comunidades autónomas. Todas estas empresas están con nosotros porque entienden que es la salida natural y más lógica.

El valenciano es una oportunidad para acceder a la administración que no tienen otras comunidades. En Villena no hay el rechazo que se aprecia en la Vega baja

- ¿Qué supondría para Villena?

Sin duda, sería una oportunidad para el desarrollo de Villena y de toda la comarca. Podrían volver esos jóvenes talentos que en los últimos años se han ido porque aquí no podían encontrar un futuro adaptado a sus cualidades y ahora sí que se lo podríamos ofrecer.

Afortunadamente, durante el último año en Villena ya hemos tenido un aumento de habitantes, y eso es una buena noticia. La gente, generalmente, queremos vivir en el lugar donde nos hemos criado, siempre que aquí encontremos oportunidades de futuro.

- Eso les obliga a estar preparados en vivienda, servicios, etc.

Sí, ya estamos trabajando en ello. Estamos desarrollando la unidad 22, que albergaría una zona de ocio con hostelería, supermercados y centros comerciales. En Villena no existe ese tipo de áreas comerciales y de ocio que sí han proliferado en otras ciudades de la provincia, por lo que este proyecto nos haría dar un salto en ese sentido.

Somos uno de los términos municipales más extensos de la provincia de Alicante y tenemos la suerte de tener mucha agua, por lo que el crecimiento poblacional no es un problema para nosotros.

- Hablando de agua. Como alcalde, diputado provincial y miembro del PSPV-PSOE ¿Cómo analiza la guerra del agua por la reducción del trasvase Tajo-Segura?

Creo que se ha politizado y se ha polarizado a la sociedad porque ha dado mucha rentabilidad política. No hace mucho se fletaban autobuses a los que se invitaba por algunos partidos políticos a bocadillos, y los llenaban. Se prometieron cosas que eran inviables. Hay a quien le ha venido muy bien esta guerra del agua y la utiliza.

Hay que sentarse para ver en realidad cuáles son las necesidades y cuál es la capacidad que tenemos de generar recursos. Hablo de desalinizadoras hasta trasvases. Creo que lo que se tiene que hacer es menos política de confrontación con el agua y más política para que el agua llegue a donde tenga que llegar.

- Algo parecido pasa con la lengua. Villena es castellanohablante ¿Cómo llevan la imposición lingüística?

Yo era de los que se manifestaban en la puerta del instituto contra la imposición del valenciano. Luego fui a la Universidad de Valencia a estudiar y cursé algunas asignaturas en valenciano porque el profesor que las daba me parecía que me iba a enseñar más, o que era más competente. Eso me hizo experimentar una inmersión que acepte como algo propio. Pasé de manifestarme a interesarme por el valenciano.

Creo que hemos evolucionado y que la postura que se tenía en los años 80 años y 90 en Villena no es la que se tiene ahora. Somos conscientes de que estamos en la Comunidad Valenciana. Aquí defendemos que nuestra lengua es el castellano, pero la gente cada día es más consciente de que tener conocimientos de valenciano es una oportunidad para acceder a la administración pública que no tienen otras comunidades.  En Villena no se produce el rechazo que yo observo que hay en la Vega baja.

Estamos delante de una oportunidad porque van a venir fondos de Europa que van a provocar movimientos importantes de la economía

- Acabamos de atravesar el ecuador de la legislatura ¿Cuál cree que ha sido la principal aportación de su equipo en este tiempo?

Lo primero que hicimos fue cubrir la escasez de personal que teníamos en este Ayuntamiento. Parece una tontería, pero nos encontramos un Ayuntamiento sin músculo. Teníamos un secretario con poca experiencia, no había tesorero ni interventor y apenas técnicos de Administración General. Nos faltaban 15 policías locales, solo había un ingeniero y el arquitecto se acababa de jubilar. Todo esto generaba, por ejemplo, pérdida de ayudas y subvenciones que no se tramitaban por falta de personal.

Mi principal objetivo ha sido ordenar la casa porque, si no, al final las cosas no salen. Todavía tenemos necesidad de incorporar a más gente. Se acaban de incorporar varias personas a puestos estratégicos y eso nos va a permitir empezar a arrancar con algunos de los proyectos que tenemos previstos. Entre ellos la ronda suroeste, que va a cambiar la fisonomía de la entrada a la ciudad. Pero también abordaremos la reestructuración de la Avenida Constitución, el arreglo del subsuelo y las conducciones de agua, la construcción de pabellones deportivos, el nuevo parque de bomberos del consorcio de la Diputación, un ecoparque o los proyectos en instalaciones educativas que tenemos aprobados por el Plan Edificant, como la rehabilitación del IES Hermanos Amorós o la construcción de los nuevos juzgados. Y, por supuesto, la rehabilitación del Palacio Consistorial, que ahora mismo está cerrado. Esta obra es muy importante para el patrimonio de la ciudad y para el descubrimiento de nuevos vestigios arqueológicos en la zona.

- Algunos hablan de la política de bajada de impuestos como un revulsivo para reactivar la economía ¿Cree usted en esta práctica?

Es que con ir a bulto favoreces al que lo ha pasado mal y al que no ha tenido ningún problema. Nosotros hemos preferido ser  más ‘quirúgicos’ y abordar la situación atendiendo la circunstancia de cada uno. En la hostelería y el comercio hemos aprobado seis planes de ayudas directas, muchos más que la media del resto de ciudades. Se ha eliminado la tasa de veladores a la hostelería y se les ha permitido duplicar espacios.

Yo soy más partidario de este tipo de medidas, más que de bajar el IBI de manera generalizada a todo el mundo, a quien le ha ido mal y al que le ha ido bien. Pero, además, en Villena tenemos una de las presiones fiscales más bajas de la provincia de Alicante.

- ¿Qué ha cambiado para siempre esta pandemia?

Todavía es muy pronto para analizar lo que ha cambiado, pero sin duda ha modificado nuestros hábitos de relacionarnos y ha dado un giro en nuestras vidas.   

- ¿En qué momento de desarrollo cogió a Villena la pandemia?

Estábamos prácticamente ya recuperado de la crisis de 2008 y varios sectores ya estaban funcionando más o menos bien. Estábamos avanzando en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) y la apuesta por el Puerto Seco. Esta pandemia paralizó las decisiones que se deben de tomar en este sentido. El proyecto quedó en un segundo plano, pero ahora es el momento de que se retome.

- ¿Cómo impulsarán a la hostelería y al turismo?

Ya sabes que estamos en la en la ruta del vino, con la que hemos renovado nuestro compromiso. Estamos en el grupo de ‘ciudades AVE’, que también hemos retomado en el plano turístico.

Yo creo que Villena es la gran desconocida y que tiene un potencial turístico que está por desarrollar. Se ha intentado en anteriores corporaciones pero, por lo que sea, no se ha acabado de dar ese giro. Tenemos un patrimonio cultural muy rico. El castillo de la Atalaya es un monumento impresionante y está en un excelente estado de conservación. Tenemos el Tesoro de Villena, de los más importantes de Europa. Data de la edad de bronce y apenas es conocido fuera de Villena. Si estuviese en Alicante o Elche, seguro que sería mucho más conocido, y aquí casi pasa desapercibido.

El museo del escultor Navarro Santafé es espectacular. Se trata del autor del oso y el madroño de Madrid, los caballos de Jerez, el logo de la Renfe… y nadie sabe que está aquí. El yacimiento arqueológico del Cabezo Redondo o el Teatro Chapí, uno de los más bonitos de la provincia, son otros ejemplos de los atractivos turísticos de Villena.

Lo que nos falta por completar es una buena oferta de plazas hoteleras, aunque ahora hay iniciativas privadas de vecinos que han transformado sus viviendas en alojamientos. Desde el departamento de comunicación están haciendo un gran trabajo para dar a conocer estas iniciativas y que los visitantes las conozcan. Estamos poniendo a Villena en el mapa para que nos elijan como destino cultural y de ocio, donde nuestra restauración también es un puntal importantísimo.

Este año hemos sido de las pocas ciudades del interior de la provincia de Alicante en asistir a Fitur, lo que demuestra el interés que tenemos por reactivar el turismo e impulsar la economía a través de esta actividad.

Villena es la gran desconocida y tiene un potencial turístico que está por desarrollar

- ¿Villena, capital de Turismo de Interior?

Exactamente. Lo que queremos es armar todo el potencial que tenemos con una propuesta turística que nos permita posicionarnos en el mercado, aunque sea para pasar un día o dos, a través del turismo de proximidad.

- ¿Qué ha sido lo más difícil en este tiempo?

Desde un punto de vista personal, los primeros meses. Hubo una incertidumbre total, o al menos nosotros nos sentíamos muy solos, porque no se trasladaron unas directrices claras y éramos las personas que en esos momentos dirigíamos las que tomábamos decisiones.

Luego llegaron instrucciones de otras administraciones, sobre todo de la Consellería y nos sentimos más amparados. Tomamos decisiones pioneras que funcionaron y luego fueron copiadas por otros municipios. Al principio tuvimos muchos problemas por las primeras ayudas que dimos, por temas de competencias.

Suspendimos todas las actividades antes de que suspendieran desde el Gobierno central ese fin de semana previo, incluso con las opiniones en contra de los técnicos de los departamentos. Entregamos mascarillas, hablamos con una empresa local e hicimos llegar mascarillas a todos los vecinos cuando ni siquiera la OMS lo tenía claro. Decidimos que era mejor llevarla que no llevarla.  Hicimos una desinfección general de las zonas comunes, en eso también fuimos de los primeros.

Coincidiendo con del día del libro desde el Ayuntamiento de Villena se repartió un libro de autores locales a cada niño y niña de esta esta ciudad, acompañado de mascarillas infantiles que se hicieron en exclusiva.

- ¿Y ahora?

Estamos delante de una de una oportunidad, entre otras cosas porque van a venir fondos desde Europa que van a provocar movimiento importante de la economía. No solo de una manera directa sino a través de lo que puedan afectar a terceros.

En Villena estamos ante una oportunidad histórica para empezar a cambiar un poco de modelo o a combinar modelos de desarrollo económico, sobre todo lo que tiene que ver con la industria logística por la que estamos apostando fuertemente.

Estamos ante una oportunidad que quien lo sepa aprovechar va a poder diferenciarse y Villena  con respecto al resto de ciudades

- ¿Se recupera la actividad cultural?

La Casa de Cultura y el Teatro Chapí no han parado, con aforos del 25% y aumentando conforme ha sido posible. Pero es cierto que tenemos dos directores en estos dos emplazamientos que son muy activos y muy creativos, y eso se ha notado en este tiempo.

Estamos reactivando el resto de actividades culturales, aunque algunos festivales que se suelen celebrar en la ciuad tendrán que esperar al año que viene por cuestión de aforos –como el rabo lagartija, etc-. Pero ya estamos trabajando en ellos y buscando las fórmulas de poderles ayudar a volver.

- ¿Y el tejido asociativo?

Villena tiene unos colectivos sociales muy potentes desde siempre. En todos los ámbitos: Vecinales, culturales, socio-sanitarios, festivos, etc. La actividad se ha frenado en seco y eso les ha perjudicado notablemente, porque muchos de esos colectivos cuentan con actividades paralelas como parte de su financiación.

Todavía quedan suspendidas muchas actividades de estos colectivos, la más multitudinaria son las Fiestas de Moros y Cristianos, que este año tampoco se podrán celebrar. Estamos a expensas de un planteamiento de la Junta de la Virgen para poder hacer el traslado de la imagen de la patrona en septiembre, pero vamos a ver cómo avanza todo. El futuro lo escribimos cada día.