El Belén Viviente más antiguo de Andalucía vuelve a Beas esta Navidad

La Navidad en el pequeño municipio onubense de Beas supone toda una experiencia para el visitante y este año, después de la pandemia, su Belén recobra vida con más ilusión que nunca. Los 4.200 habitantes de esta localidad se vuelcan con la celebración, porque saben que supone un fuerte reclamo turístico, ya que cada año unas 20.000 personas acuden desde las provincias limítrofes y del Algarve portugués para sumergirse en la recreación.

Se trata del Belén Viviente más antiguo de Andalucía, ya que se celebra desde 1970. Los vecinos se reparten los papeles de la representación y sacan sus muebles, utensilios domésticos, herramientas agrícolas y máquinas de fábrica y de producción artesanal tradicionales para poner el decorado perfecto a las distintos pasajes bíblicos.

Las escenas son recreadas en un espacio interior y cobijado, a modo de una gran cueva, en torno a un gran lago central todos los fines de semana y festivos desde finales de noviembre a principios de enero. Los visitantes caminan por senderos, cruzan arroyos, entran al interior de las casas y palacios, disfrutan de la molienda de la aceituna y observan cómo se hacen las chacinas, entre otras experiencias.

Una visita inolvidable que se ha ganado el reconocimiento de los asistentes, que no fallan a su cita con este cuidado Belén, y que pronto contará con el reconocimiento oficial como Acontecimiento de Interés Turístico de Andalucía, tras la aprobación del Consejo Andaluz de Turismo (CAT).

La celebración ha ido creciendo tanto que desde hace años el Ayuntamiento organiza todo un programa de actividades complementarias como visitas guiadas, rutas de senderismo, fiestas flamencas, mercadillos y espectáculos musicales que completan la oferta y convierten a esta pequeña localidad onubense en un destino preferente durante las navidades.